FEBRES CORDERO HA MUERTO PERO ESTÁ VIVO EL FEBRESCORDERISMO
FEBRES CORDERO HA MUERTO PERO ESTÁ VIVO EL FEBRESCORDERISMO
Declaración Política de Igualdad Socialista
22/12/2008
Ha muerto el 15 de diciembre del 2008 el máximo dirigente del partido ultraderechista socialcristiano, (PSC), León Febres Cordero, sin dejar- salvo el actual alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot), ningún cuadro que lo reemplace y un partido no sólo en ruinas, sino que ya no existe, a pesar de las afirmaciones en contra del señor Fernando Torres. El gobierno capitalista de clase media del señor Rafael Correa ha decretado 3 días de luto en homenaje a quien ha sido denominado “el amo del país” por más de 25 años, con un régimen de terror que dejó huellas sangrientas y que cobró muchas vidas proletarias. El régimen de Correa- representante por declaración propia, del “socialismo” del siglo XXI, no ha tenido empacho en proclamar este homenaje a pesar de estar en curso una investigación sobre asesinatos y violación a los derechos humanos del gobierno que dirigió Febres Cordero en 1984-88 en contra de integrantes del Movimiento Alfaro Vive, carajo,(AVC) y no obstante la filiación ultraderechista del cacique guayaquileño.
Su muerte ha convocado a todos los voceros de la oligarquía y de clase media para realizar una serie de panegíricos que distan mucho en ser verdaderos y que no toman en cuenta para nada los efectos catastróficos y desmoralizadores que dejó su presencia en la política, efectos que persisten hasta el presente.
Es bueno para el proletariado del campo y la ciudad que se haga un intento de análisis del significado de Febres Cordero, lo que hizo, cuáles fueron sus intereses, lo que logró y lo que ha dejado como herencia política.
Ha muerto León Febres Cordero, pero como siempre sucede con los caudillos de la burguesía, su esencia capitalista sigue viva. Sólo se ha virado una página para seguir auto alimentándose de otros seres iguales o peores que Febres Cordero y continuar su racha de corrupción y de enriquecimiento de pocos a costa de la miseria de millones. Y todo esto seguirá siendo así hasta cuando los trabajadores y pobres no se armen de paciencia, organicen sus fuerzas proletarias conscientemente y, con el método de la revolución socialista internacional, barran hasta los últimos resquicios la dictadura de la propiedad privada.
Más allá del carácter anecdótico que toda muerte posee, y más si es de un violento dirigente de ultraderecha como lo fue León Febres Cordero, es necesario profundizar el significado de un mandato presidencial que asesinó casi hasta el exterminio a guerrilleros de Alfaro Vive, que aplicó métodos de terrorismo de estado, que dominó sin escrúpulos el sistema de justicia y que logró afianzar la dictadura despótica de su clase social y que potenció su acumulación de poder y riqueza mientras proliferaba la pobreza y la falta de derechos democráticos entre millones de hombres, mujeres y niños,más vulnerables.
Algunos han llamado el fin de una era al deceso del ex-dictador burgués. Los que tal dicen no tienen conciencia lo que significa “una era”. Pero a la muerte de Febres Cordero sigue firme la dictadura de una clase social minoritaria,de algo más de cien familias millonarias, que ahora usan métodos más sutiles de dominación política.
El gobierno de Febres Cordero allanó el camino para que los siguientes defensores a muerte de la inequidad capitalista ( Borja, Durán Ballén, Bucaram, Alarcón, Mahuad, Noboa, Gutiérrez, Palacio, Correa) continúen sosteniendo y aumentando las fortunas de los "pelucones" y la miseria de los trabajadores. Las últimas estadísticas oficiales del INEC revelan que "el 10% más rico de la población accede al 36.9% del ingreso total nacional; mientras el 10% más pobre accede tan solo al 1,6% del ingreso, es decir, 22.4 veces menos."
Luego de tres décadas de saquear los recursos naturales y sobreexplotar la plusvalía de los trabajadores, blandiendo la teoría neoliberal del siglo XVII, los capitalistas han encontrado la resistencia de las masas empobrecidas que en la última década protagonizaron dos insurrecciones populares.
El dominio de la burguesía ( y del febrescorderismo) tambaleó, por lo que decidieron, mal que bien, entregar el manejo de la cosa pública a elementos de clase mediam sabiendo claramente que ante la falta de un liderazgo genuino de la clase obrera, los Correas son los únicos que pueden apaciguar a las masas inconformes, recomponer el capitalismo y garantizar las ganancias que siempre han percibido y aun aumentarlas.
Los medios de comunicación masiva hacen el show para que la audiencia perciba una lucha cotidiana entre la oligarquía y los dirigentes de la clase media, pero en la realidad los dos bandos están de acuerdo en cargar la crisis capitalista sobre los hombros de los trabajadores.
Las bravatas tridimensionales del actual régimen de Correa,no son diferentes a la prepotencia que encontramos en Velasco Ibarra que con “cinismo cariñoso”, pero cinismo después de todo, llamaba a la masa “chusma”, o como cuando, con el mismo “cariño” García Moreno llevaba al patíbulo a sus opositores. Éste, igual que Velasco Ibarra, jamás fue condenado por sus crímenes. Lo mismo que Febres Cordero se va sin ser juzgado por los suyos, ante un Ecuador amaestrado a media asta.
Febres Cordero no inventó nada nuevo, siguió la misma senda de sus progenitores burgueses. pero profundizó en los métodos de exterminio humano. Como ellos- y según confesión propia- a lo mucho había leído un libro, que no sabremos nunca cuál fue, y como ellos, trató al estado como su oficina de negocios o hacienda de bananos. No tenía cultura política, no fue nunca un pensador, jamás luchó por tesis filosóficas o políticas. Sólo sabía que hay que defender como sea la propiedad privada y los intereses personales.
A la burguesía que goza del poder económico le tiene sin cuidado su preparación personal y menos aún defender causas sutiles como las tesis políticas o filosóficas. Le basta disfrutar del poder y amasar fortuna, esta es la religión y la filosofía degeneradas de la clase dominante. Después de todo así actúan y piensan sus queridísimos homónimos como Pastrana o Uribe de Colombia o Aznar de España y demás congéneres.
Y la forma de tomar el poder político tampoco es una novedad: dirigir un club de fútbol o un gremio artesanal o de comercio, luego el lanzamiento para candidaturas en todos los planos, para edil, para consejero, para diputado, para alcalde, para presidente de la república y hacer de esta carrera, de este hobby, un regio modus vivendi de tal forma que nunca deje de mamar esa gran teta estatal para su rampante politiquería.
Y el gran secreto burgués, el secreto de los secretos y el mejor invento de los parásitos del capital, es las tan publicitadas, las sacrosantas y democráticas elecciones. Febres Cordero no podía quedarse al margen. Qué importa que él haya sido liberal- si mejor iba estar con los socialcristianos, ¿por qué no ir con ellos si podía ser su líder?, sobre todo si en su ideario está defensa del sistema social de mercado, es decir la propiedad privada burguesa.
Ahora que ha muerto dicen que Febres Cordero era liberal, pero a ningún descerebrado se le puede ocurrir compararlo con Eloy Alfaro, el gran caudillo burgués revolucionario. Y tampoco esta discordancia oportunista es nueva. Velasco Ibarra acuñaba la frase “mi corazón está a la izquierda” como un engañabobos para consumo de incautos izquierdistas, como Pedro Saad, antiguo dirigente estalinista.
Los trabajadores debemos ver que esa Celestina llamada "propaganda electoral" desnuda las formas de acceso al poder político de aquellos que ya detentan el poder económico, como sucedió con Febres Cordero, quien ejerció casi todos los cargos de nominación popular gracias a ese disparate llamado elecciones y gracias a la manipulación del pueblo a través de la "propaganda". Oyendo a sus excelentes asesores del mercado politiquero acuñó la celebre trilogía, “Pan, Techo y Empleo”, que fue la bandera inmortal del engaño a las masas y es ahora su fúnebre lápida para eternizar su oprobio.
TERRORISMO Y ODIO A LA CLASE OBRERA
Febres Cordero gobernó en la época del régimen de Ronald Reagan en la Casa Blanca y de Margaret Theacher en Inglaterra, quienes atacaron a capa y espada al "odiado comunismo" e hicieron de esta lucha su principal devoción. En esta cruzada, Reagan se hizo amigo influyente del estalinista Mijail Gorbachev,quien dio curso a la restauración del capitalismo en la ex Unión de Repúblicas socialistas soviéticas (URSS) y quien generó la miserable colonia del imperialismo que actualmente es Rusia, donde gobiernan y son dueños unos cuatro oligarcas mientras los obreros y pobres están en plena depauperación.
Reagan como Febres Cordero atacó con todas sus fuerzas a la clase obrera, conspiró contra la revolución cubana y nicaragüense, sentó las bases para las carnicerías que luego desarrollarían los Bush padre e hijo e impondría la terrible pesadilla de la guerra de las galaxias entregando a la burguesía capitalista norteamericana el aval de ser la ama omnímoda del mundo, de tal suerte que ella ha iniciado por sí y ante sí la guerra contra el “terrorismo” llamando terroristas a todos aquellos que no estamos a favor del libre mercado y la corrupción del capitalismo.
Febres Cordero fue aliado de Reagan y de esta política genocida del imperio y, por supuesto, también la impuso en Ecuador. Defendió a muerte las ganancias de su clase social oligárquica, la sucia e inmoral sucretización de la deuda externa y trasladó el modelo de Reagan de la “guerra contra el terrorismo” trabajando de cerca con las agencia de inteligencia del imperio y de Israel, como la CIA y el Shin Bet. Amplió y profundizó el presupuesto económico y la educación antiobrera y anti-pueblo del ejército y la policía. Contrató un experto en represión como Ran Gazit, quien adoctrinó a miembros del aparato terrorista del estado para desatar la tortura y los métodos más brutales de genocidio contra representantes de la clase obrera y pueblo oprimido que tuvieran el coraje de reclamar sus derechos políticos.
En 1985 fueron liquidados 14 trabajadores y abaleados estudiantes que participaban en la huelga del 9-10 de enero. Un integrante del lumpen, el abogado Toral Zalamea fue utilizado por este régimen para asesinar a dirigentes roldosistas y opositores, en la costa. Y en Quito, los dirigentes febrescorderistas asesinaron por lo menos a 18 personas de la Cooperativa de Vivienda “Pisulí” y servían como guardias paramilitares en contra de la juventud y los obreros que luchaban contra el régimen. En esta época fue asesinado el hermano del dirigente sindical Fausto Dután, Eddie Dután, en Cuenca. El régimen utilizó los servicios de bandas paramilitares y sicarios para intentar asesinar al diputado socialista Diego Delgado y operaban libremente en un ejercicio constante de sembrar el pánico en las masas. El aparato terrorista del Estado ejecutó fría y sanguinariamente a integrantes de Alfaro Vive como Juan Carlos Acosta, Arturo Jarrín, así como a las militantes Consuelo Benavides, Sayonara Sierra. Febres Cordero ni siquiera perdonó a su propia amigo Nahim Isaías en un salvaje operativo contra Alfaro Vive, cuyos miembros fueron exterminados aunque ya se habían rendido. En alguna ocasión él mismo – como un chacal proveniente de los bajos fondos de la más repugnante mafia de torturadores- presenciaba la agonía de una pobre mujer del pueblo a quien se torturaba con crueldad sin nombre. La Comisión de la Verdad, conformada incluso por el propio presidente Correa, acusa a Febres Cordero de por lo menos 500 asesinatos.
Esta senda sangrienta le hizo probar de su propia medicina, le llevó a ser enfrentado por su propio compadre, el general Frank Vargas Passos, quien se insurreccionó en la base aérea de Taura, tomó de rehén a Febres Cordero, a quien hizo arrodillar y llorar suplicando comprensión ante la presencia de los Comandos quienes realizaron la operación. Febres Cordero fue liberado y también Vargas Passos mientras los comandos de Taura recién acaban de ser amnistiados por la Asamblea Nacional.
FEBRES CORDERO Y FIDEL CASTRO
Febres Cordero fue el primer individuo de un gobierno capitalista de América Latina en visitar Cuba en abril de 1985 por invitación de Fidel Castro. Un historiador serio no sabrá a quién condenar con más rigor, si al relacionador público de esta visita, Manuel Araujo Hidalgo, un personaje que tenía el membrete de izquierda, que usaba una barba de guerrillero de Sierra Maestra y que en ese entonces ejercía el cargo de embajador ecuatoriano en la Isla en representación de un régimen que supuestamente era de signo contrario a su apócrifa filiación izquierdista. O talvez habría que ver en la invitación de Castro a un lúgubre personaje asociado con los métodos de Reagan, Franco y de Hitler, y su posterior entrañable amistad con él, una clara claudicación de su posición de dirigente de una revolución que imaginariamente era enemiga a muerte del capitalismo. O- quizás el que salía más bien parado en estos eventos-habría que considerar a Febres Cordero un hábil quintacolumnista consciente del capitalismo al interior de la Isla a tal punto que hasta le llegaban yogur, quesos y demás regalos de Fidel con una frecuencia de camaradería casi comunista. Talvez practicaba-Febres Cordero- la misma táctica de su ídolo Reagan, quien daba miel y no hiel a Gorvachev para descarrilar el socialismo en Rusia y restaurar el capitalismo en la exURSS.
Incluso, hasta hace poco, días antes de su muerte, el gobierno cubano ponía a disposición del gobernante burgués que había asesinado a los seguidores de la revolución cubana en Ecuador- la guerrilla de Alfaro Vive Carajo( AVC)- todo el complejo de salud de Cuba para atenderlo. Nadie que no sea un marxista ducho en los problemas de las contradicciones históricas puede entender este galimatías politiquero. Después de todo José Stalin también hizo un pacto con Hitler y Stalin y los estalinistas gobernaban y siguen gobernando en Cuba.
La verdad era que esa simpatía liberal- romántica de Araujo Hidalgo a Castro y a la revolución cubana era una especie de simulacro- que todavía lo practican los liberales de izquierda disfrazados de socialistas o de dirigentes de los movimientos sociales- de alzar las armas del comunismo para mejor atender las necesidades del estómago, una especie de pancismo quijotista con dosis muy fuertes en la simulación que practican requetebién los vividores burocráticos.
Y, da pena decirlo, pero es verdad, los mismos compañeros del AVC que ofrendaban heroicamente sus vidas en lucha contra el dictador guayaquileño, jamás dijeron esta boca es mía, una sola nota de protesta a su ideólogos cubanos a quienes imitaban con su lucha guerrillera y quienes tan bien se llevaban con el gobernante capitalista más cerca del régimen ultraderechista de Reagan.
Febres Cordero atacaba por lo visto no sólo con los métodos criminales del fascismo hitleriano, sino con los ajetreos diplomáticos que echaban tierra en los ojos a la vanguardia castro-guevarista y a sus seguidores. Al menos logró neutralizar talvez una presunta protesta de un régimen que no sólo tenía el deber sino hasta la obligación de combatir a un gobernante que como Febres Cordero estaba matando a sus seguidores guerrilleros en Ecuador.
Y, para finalizar: su juego de ajedrez preferido: maniatar a todos sus enemigos manteniendo la propiedad privada del sistema de justicia en el país.Todos los gobiernos posteriores a León fueron sometidos por Febres Cordero por el hecho de éste mantener el control del sistema de justicia. Neutralizar a Castro y al castrismo y- de paso- exterminar la guerrilla de Alfaro Vive, además de imponer un régimen de terror, fue la malévola obra maestra del febrescorderismo. Así como la conspiración en base a elecciones y la red Irán-contras en la revolución de Nicaragua, fue la más sucia jugada de Reagan y el Pentágono.
EL LEGADO FEBRESCORDERISTA
Hemos dicho que ha muerto Febres Cordero, pero sigue vivo el febrescorderismo.Con esto queremos decir que sigue vivo el capitalismo y sus métodos: elecciones, chantaje de votos en el parlamento, formación y manipulación de bloques para obtener créditos políticos o leyes de grupo o personales. Considerar al estado como una fábrica o una hacienda para usufructo personal. Suponer que toda la vida debe estar dedicada a servirse de los fondos del estado mediante cargos de elección popular y con la propaganda, esa prostituta bien trajeada que deambula por elecciones y los despachos de los politiqueros que detentan por vida sus puestos burocráticos. Dejar todo como está, aunque siempre se despotrique por cambios, es decir, luchar por la permanencia del sistema de las ganancias.
Mantener una ficha de todos los enemigos políticos para luego chantajearlos o llamarlos simplemente la atención. Imponer en todo el pragmatismo: ¿para qué estudiar filosofías, tesis o principios, si se tiene el poder y se lo aumenta con los cargos y la mamadera del estado? Basta leer un libro y nunca decir cuál es su título.¿Para qué más, si tenemos el poder? Cambiar a las entidades de nombre, para decir que hacemos cambios. Difundir el odio al socialismo y al comunismo en toda la población para mejor gobernar en su ignorancia. Y atacar físicamente a todos los que plantean eliminar este maravilloso sistema de las ganancias. Hemos venido a hacer dinero, entonces hay que defender este sistema que nos lo permite. Y en todas partes hay que difundir el celo patriótico porque si esta patria se nos acaba entonces no tenemos en dónde ganar y obtener propiedad privada. Primero yo, nosotros, luego yo y nosotros, y, al fin, yo y nosotros. Engañemos a las masas por el pan para su estómago, por la vivienda que más les hace falta, y por el empleo que casi nunca lo obtienen y nos haremos elegir siempre. Ese es el legado del febrescorderismo. Y eso lo han practicado todos: desde Borja a Correa, desde Hurtado y Roldós hasta Alianza País. Por eso el homenaje del gobierno a Febres Cordero. Este es el verdadero legado de Febres Cordero.
Él es el responsable de que las masas hayan adquirido un odio acérrimo a la política, a todo lo que es pensar, prepararse, tener una cultura política. Igual que los burócratas sindicales han destruido el movimiento obrero y han castrado su educación política socialista, Febres Cordero en vez de pensamiento político dejó bravatas, ironía, violencia, terror, chantaje, utilización del dinero, los recursos y las entidades del estado para alimentar su voracidad de poder. Y esto es más catastrófico que si un colapso de la naturaleza nos enterrara vivos. Es mucho más grave que el mismo crack económico del capitalismo. Porque nos impide procesar, entender el mundo, la sociedad y sus necesidades, porque no podemos revolucionar nuestras condiciones de vida sin pensamiento científico, sin principios, ideales, sin soñar con todas nuestras fuerzas una sociedad mejor, donde todos tengan de todo y que todos sean cogobernadores de su propia circunstancia vital, de su propio gobierno proletario.
El socialismo científico jamás deja de procesar la memoria de los hechos históricos y sus conclusiones. La clase obrera y las masas deben fortalecer esa memoria que se encuentra en manos del partido proletario, ahora sólo representado por Igualdad Socialista. Si no hay siquiera respeto a esta memoria histórica, si no se trabaja en ella y en la profundización del análisis histórico, entonces es imposible siquiera plantearse el surgimiento de la vanguardia proletaria tan necesaria para la revolución socialista.Y la única manera de hacerlo es unirse a esta reflexión y práctica colectiva para ir con ojos claros y mirada precisa hacia una revolución que sea realizada por las mismas manos que hacen el pan, construyen la vivienda, siembran y cosechan. Necesitamos a muerte un gobierno obrero-campesino preparado por una vanguardia obrero-campesina, es decir pensada, procesada y organizada por las fuerzas más productivas y revolucionarias de la sociedad y que odian a muerte al capitalismo porque son expoliadas, torturadas y llevadas a exterminio por este sistema.
Ahora que ya viene el repugnante pero atractivo cebo de las elecciones burguesas, una serie no menos repulsiva de organizaciones pequeño burguesas- incluida esa tienda mediocre y corrompida de Alianza País-, ya se preparan para el pillaje. Cada uno y cada cual se cree la mamá de Tarzán en el sistema, quieren ser presidentes de la república o, por lo menos alcaldes, pero ¿para qué? Simple. Para seguir manteniendo este mismo sistema que por lo menos de aquí hasta el 2010 entra en la más profunda recesión capitalista de la historia. Pero lo que no se dan cuenta es que si no procedemos a dar una orientación socialista a las masas, si no logramos la construcción del partido de la revolución socialista y realizar la misma revolución, la sociedad va a ser escindida en miles de grupos, hordas y clanes delictivos y violentos que la época de las cavernas y las guerras por hambre, van a ser paraísos hermosos frente a la pesadilla kafkiana que se nos vendrá encima. Y esto también sería una consecuencia del legado de Febres Cordero al cual tenemos que oponernos con todas nuestras fuerzas proletarias.
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