Detener el paquetazo modernizador de Correa
Detener el paquetazo modernizador de Correa
Con la subida del gas y los combustibles, pobres y
trabajadores tendrán más miseria
Por Fabián Núñez Baquero
09/04/14
El
régimen capitalista de Correa en la fiebre de obtener recursos económicos que
beneficie a la máquina estatal, la burocracia y apuntale al capital
transnacional ahora saca las uñas para pretender llevar adelante el plan soñado
por décadas por la burguesía nacional e internacional: el aumento de los
precios del gas y los combustibles. A este incremento de los precios del gas y
combustibles, que antes llamábamos con razón “paquetazo”, ahora el capitalismo
ciudadano lo llama pomposamente “cambio de matriz energética” y pone de anzuelo
la filantropía falsa y barata de “ayudar” a comprar cocinetas eléctricas a inducción, según informa el periódico
gubernamental El Ciudadano[1]
. El plan es conseguir 800 millones de dólares, aumentar el precio del gas a por lo menos 15 dólares el tanque de 15
kilos y obligar a los pobres a consumir fuerza eléctrica de 220 voltios con el
cuento de que es más barata con respecto al gas.
De alguna manera el instalar un sistema de 220
voltios requiere una inversión considerable para reemplazar a la de 110 y sólo
es recomendable para la industria y empresas con maquinaria pesada. Ecuador
tendría que realizar una costosa inversión para cambiar de sistema. En el caso
de las cocinas el costo inicial también es considerable y si bien es cierto que
se requiere menos intensidad y hay cierto ahorro de energía , a la larga los
costos son muy superiores al costo actual del gas para familias pobres y de
trabajadores. La lógica capitalista del correismo beneficiará en última
instancia a la burguesía que consume altos rubros de energía, tanto la
eléctrica como la de combustible y gas.
El
régimen contrarrevolucionario ciudadano no se contenta con los fabulosos
ingresos del petróleo, ni con la explotación de minas a cielo abierto, ni con
la expoliación y exterminio de la vida en Yasuní, ni con hipotecar al país, a cada
ecuatoriano, en miles de millones de dólares al imperialismo chino, ni con
préstamos a organismos imperialistas como el BID, ahora mete las garras en la
parte más sensible del proletariado,el gas, los combustibles, energía barata
para su consumo diario, botín que no ha podido ser sometido al pillaje de los
regímenes más derechistas como el de Rodrigo Borja o el de Febres Cordero. Analistas burgueses desde Lucio Paredes hasta
Pablo Dávalos de la escuela de Bélgica han aullado destempladamente por eliminar
el subsidio a los combustibles que ahora lo toma y quiere ejecutar otro selecto
alumno de Bélgica como Rafael Correa .
La
vehemente voracidad del capitalismo- ahora representado por Correa- quiere
obtener 800 millones de dólares sin beneficio de inventario. Este constituiría
un franco y devastador ataque a la clase obrera y se puede demostrar con la
misma información del mentado Ciudadano. Éste dice que la “meta es
cambiar tres millones de cocinas”, a la vez que anota: Según un estudio del
Ministerio de Sectores Estratégicos, el 92% de consumo de gas licuado es usado
por los hogares. El resto se destina para transporte, agricultura, pesca y
ganadería e industria.” Si el 92% es
usado por los hogares, entonces el paquetazo está destinado para saquear los bolsillos
de los pobres, a la vez que alcanzar sendos ingresos adicionales con el consumo
de energía eléctrica por el consumo masivo. Pero si el 92% de los pobres sería
golpeado por esta medida, lo será aún más con el impacto del aumento de los
combustibles en el transporte, la industria, y todo el aparato productivo.
Subiría el precio del Trole,de los buses, en la ciudad y en las provincias;
subirían los costos de los alimentos que se transportan, de los que se
consumen, los productos, los servicios, todo. Así que no es simplemente el
garrotazo de la subida de los combustibles lo que sufriría el pobre y el
trabajador, sino el aumento sustancial en el costo de la vida.
Como
siempre la burguesía quiere dar un matiz de modernización a sus
repugnantes expoliaciones. Es verdad que es mejor emplear electricidad que gas,
así como es mejor alimentarse en un hotel de lujo que en una fonda popular,
pero la cuestión sigue siendo un asunto de clase, de capacidad de ingresos, de
economía. La prueba es que el plan energético correista divide en tres
opciones ( clases) la ya famosa compra de cocinas de inducción
electromagnética: 1. una cocineta de dos quemadores, más tres ollas, una
sartén y una olla arrocera, la que costaría 6,50 dólares mensuales, sin que se
especifique el costo total; 2. Una de cuatro quemadores, tres ollas, una
sartén y una olla arrocera, que costaría 9 dólares, sin que se especifique el
costo total; y 3. una de cuatro quemadores y un horno, que costaría 18
dólares mensuales,sin que se especifique el costo total. Es decir el
capitalismo correísta divide a la población en tres sectores de clase
concretas: los de poncho, con dos quemadores, los de clase media con cuatro
quemadores, y los de clase media y alta, con cuatro quemadores y horno. El
matiz irónico está en que en los tres casos tampoco se especifica de qué forma
y en qué monto supuestamente ayudaría el régimen filantrópico a la
adquisición de estas nuevas tecnologías.
Pero el sufrimiento de pobres y oprimidos, con
ser ya tan grave, no se quedaría en este nivel: hay uno más elevado y de
pesadilla: Puesto que se va a utilizar una energía de 220 voltios y la que
tenemos es de 110, esto nos llevaría al recambio de todos los aparatos
electrónicos y electrodomésticos de la casa: televisor, refrigerador,
grabadoras, radios, computadores,etc. O, en su defecto, comprar transformadores
para cada aparato eléctrico, lo cual es una sumita que solo la pueden pagar los
burgueses de Alianza País.
El capitalismo estatal es el más beneficiado
en este negocio más de la burguesía. Y, por supuesto, la industria de cocinas
eléctricas y la empresa eléctrica y nuevamente el estado que cobrará más
impuestos a estas empresas y al pueblo pobre.
En
resumen la subida de gas y combustibles no beneficia a los pobres y trabajadores
que tendrán que pagar un costo considerablemente más alto en gas, electricidad
y en sus propios niveles de vida, que serán golpeados por la arremetida
correista.
Entonces
con el paquetazo modernizador de Correa, Ecuador no necesita ya de la presencia
del Fondo Monetario Internacional, contra quien hemos luchado por décadas, y
quien es el campeón de las modernizaciones y de la subida de precios de
combustibles y artículos de primera necesidad en todo el mundo , no, este
régimen y este paquetazo serían suficientes. Como hemos visto con este
paquetazo, si es que pasa,los únicos que ganan son el capital transnacional y
local, la burocracia del estado que tendrá para más despilfarro y más
corrupción y Correa que se afianzará en un régimen asentado en la pobreza
mayoritaria de un pueblo que no podrá ya cómo levantar cabeza, sometido como
está a la esclavitud económica y social del capitalismo.
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