Consultoría sobre mis cuentas secretas en Suiza


Consultoría sobre mis cuentas secretas en Suiza
Por Fabián Núñez Baquero
22/04/15

Como ustedes talvez no conocen, tengo unas cuentas secretas en Suiza. Por sí las moscas consulté a un Consultor sobre el problema – de haberlo- y me dijo:
    - Depende: si usted es un hombre común y corriente que ha estafado a una o dos personas o, quizás a un consorcio, no pasa nada: es una mancha más al tigre, un tigre anónimo de quien a nadie le va ni le viene así se lleve el santo y la limosna. Y si además esconde el matute en Suiza o Alemania ¿quién lo va a descubrir? Y si lo hacen se demorarán más de la cuenta, quizás cuando ya su tataranieto se haya encargado de evaporar todo el tesoro mal habido. Así es como funciona este sistema y usted lo sabe.
    - ¿Y si no soy un hombre del montón?
    - Eso ya es otro cantar. Si es un hombre público, es necesario saber la escala: no es lo mismo uno que exige diez dólares en el mostrador para atender un turno antes de tiempo, que un presidente que ofreció el oro y el moro y se vendió de antemano a moros y cristianos con tal de ir al gran negocio del gobierno. Nunca es igual un fulano que roba un pan para no perecer o para tener un terrenito para su vivienda que el que roba para hacerse un rascacielo en Pekin o en Dubai.
    -Entonces hay escalas...
    - Normal. Una cosa es ser un político en el poder y otra el poder de un político... Y hay más diferencias. Un presidente, para ir por lo más alto, puede ser de izquierda o de derecha.
    - Acláreme este punto pero no se olvide de mis cuentas en Suiza...
    - Descuide. Si es de derecha, todo el mundo sabe que su afán desde el principio -desde el mismo feriado de las elecciones-fue usar sus delicadas uñas para destinarlas al pillaje del erario nacional: de alguna manera eso es evidente y a nadie le toma por sorpresa. Nadie hace caso, cada persona lo da por sobreentendido.
    -¿ Y si es de izquierda?
    - Ahí es un poco más difícil, aunque no tanto como cuando se disfraza de socialista...
    - ¿ Y eso?
    - Verá, como eso de ser de izquierda es más difuso y enrevesado que un plomero ejerciendo de enfermero, ni el mismo interesado conoce hasta qué punto está metido en la colada de la obvia corrupción capitalista...Así que cuando se despierta... no le queda más remedio que esconder los fondos malhabidos en un paraíso financiero como en Suiza o Alemania.
    - Y el que se disfraza ...
    - ¡Ah! Eso es lindo. Cuando se disfraza de socialista confunde a tirios y troyanos, a burgueses y pelagatos y a todos les pone más confusos que gato en aguacero... Los que dicen ser de izquierda le apoyan y hasta le asesoran siempre y cuando les den un puestito en el gobierno y les reconozcan al mismo tiempo su cualidad de revolucionarios...Ellos no se dan cuenta, pero contribuyen al más preciado afán del timador disfrazado de socialista: combatir la corrupción con más corrupción...
    - Pero me parece que usted es muy simplista...

    - Espere un poco...Todo tiene un proceso. El disfraz es múltiple: primero canta cantos al Che Guevara, luego dice ser un ecologista macanudo, de hecho su radicalismo con la Pachamama le pone en la mira universal y hasta los burgueses que desean ahorrarse impuestos con sus gobiernos le ofrecen fondos para dejar el oro negro bajo tierra; luego acaricia la espalda de los indios, los adula tanto que hasta él se llega a creer su filiación de nuevo apóstol de los indios. Entonces adquiere un carácter profético y antiimperialista : vomita azufre todos los días, pero, claro, no deja de hacer negocios con las transnacionales de donde saca los fondos masivos para sus cuentas secretas y, sus edificios en la Cochinchina, además se hace más patriota que el patriotismo. Luego adquiere el magistral carácter de atacar a banqueros mientras les da más gangas. 

    Para que nadie averigüe nada de su vida combate a periodistas y medios con delicadeza de cirujano plástico que embellece lo feo y afea lo bello, todo de acuerdo a sus intenciones de hacer chichirimico con todo. En vez de llamarlo timador profesional todo el mundo lo llama el Enviado Redentor Revolucionario. ¡Y entonces logra el milagro supremo! De contentar a pobres y a ricos, a izquierdosos y derechosos; de hacer que todo sea fiesta y positivismo; que todos estén ocupados en su supuesta felicidad, mientras el timador real se alza con todo y hasta le condecoran a cada rato con cada tropelía que comete, con cada tierrita o bien raíz que acumula dentro y fuera de su país.
    - ¿ Y mis cuentas secretas?
    - Como usted me ha pedido una consultoría global... no sé si es pájaro de alto vuelo o apenas un gallinazo buscador de desperdicios...Con todo, me parece que timador o no, ladrón público o privado, no tiene porqué preocuparse puesto que al fin y al cabo la gran égida del sistema de la ganancia le protege. No habrá para usted ninguna fiscalización. En el peor de los casos, si descubren el origen del dinero de sus cuentas secretas, le hospedarán unos días en la cárcel pero dejarán intactos sus bienes para que los disfrute apenas salga de estas forzadas vacaciones. Así que no se preocupe... y no necesita decirme su nombre, conserve su ideal anonimato y siga acumulando secretamente en sus cuentas... Eso sí, para su mayor seguridad, anótese, invierta en las próximas elecciones...

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