El legado capitalista de Correa: la colosal deuda externa ( La deuda: mal de muchos consuelo de bobos)
El legado
capitalista de Correa:
la colosal deuda externa
( La deuda: mal de muchos consuelo de bobos)
Por Fabián Núñez Baquero
26/10/16
El legado
capitalista de Correa: la colosal deuda externa
( La deuda: mal de muchos consuelo de bobos)
Por Fabián Núñez Baquero
26/10/16
Correa
se va y nos quedamos con una enorme deuda externa. En cambio Correa
se va a Bélgica con superávit y sin deudas, a gozar de la vida de
un triunfador no endeudado. Que la deuda la paguen los endeudados del
Ecuador, los perdedores, los que no tienen para comer ni trabajo en
qué morirse.
Como
todos los presidentes capitalistas que desgraciadamente hemos tenido,
Correa nos deja el usual- aunque más crecido- colosal monto de la
deuda externa. En la entrevista con Andrés Carrión, en su programa
Hora 25 del 18 de octubre pasado, le convenció al periodista
nieto de Benjamín Carrión que la deuda externa no es problema.
Con arrogante y preciosista argumentación- que supera la de
cualquier timador profesional- Correa afirmó que su legado equivale
al 35% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, 23.000 millones de
dólares, y que los intereses de la deuda que debemos pagar es solo
de 1.300 millones de dólares anuales, es decir más de 108 millones
de dólares mensuales. Una deuda así, claro no es problema si es que
la pagan otros, es decir los pobres, como en realidad sucede.
Correa
hizo reiteradas referencias a que este monto de la deuda es menor-
medido como 35% del PIB- al de la deuda del imperio norteamericano y
al de varios países latinoamericanos. Ante estas absurdas
comparaciones entre economías tan disímiles, y aún en el supuesto
no consentido de que tenga razón, de todas maneras nos hizo recordar
el refrán castizo: mal de muchos consuelo de bobos. Correa
trató de vender la idea de que la deuda externa no es un problema
“porque los países en desarrollo tienen que endeudarse” .
Como
pragmático vulgar repite la usual fraseología de los banqueros y
entidades financieras imperialistas: “ si no se endeuda no se
crece”, el crédito es la panacea, la inmortal pomada para el
desarrollo. No es extraño :Correa usa lenguaje capitalista para
fines capitalistas y para que lo entiendan sus compinches
capitalistas.
Lo
que se olvidan decir estas cotorras del capital es que quienes crecen
en proporción geométrica son los bancos y entidades capitalistas
que viven y prosperan del agio y en cambio los países endeudados van
a la quiebra, venden sus empresas a precios de huevo y son los pobres
los que sienten las garras de las recetas draconianas y letales del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y se acentúa el desempleo, la
miseria y el hambre.
Es
una matemática simple, señor Correa: el agio enriquece a unos pocos
pipones y empobrece a millones y la deuda es ganancia para estos
parásitos del imperialismo chino, tailandés o norteamericano y
penuria extrema para millones de pobres en el globo. Habrían muchos
ejemplos, solo recordemos los casos de Grecia, España, Portugal,
Irlanda.
La
deuda no es un problema repite Correa. Claro que no es un problema si
él no la paga. Sino el proletariado y los pobres, la clase media que
está ahora descendiendo nuevamente a las filas del proletariado. No
es un problema pero Correa está recurriendo a nuevos préstamos no
para la producción o incentivar la economía sino para pagar la
deuda, lo dice él mismo con repugnante triunfalismo cuando afirma
que utiliza para este fin 1500 millones de un préstamo de 2000
millones.
No hay problema pero está vendiendo empresas del estado
como los canales de Televisión, las gasolineras de Petroecuador y
hasta plantea poner todo en manos de las empresas privadas.
Anteriores regímenes no pudieron privatizar tanto como lo está
haciendo Correa.
Según
propia confesión recibió ingresos por 170.000 millones de dólares.
Alemania se levantó de las ruinas de la segunda guerra mundial con
un préstamo de 10.000 millones de dólares que puso a su disposición
el Plan Marshall, pero Correa recibiendo un ingreso 17 veces más que
Alemania deja al Ecuador con una deuda de 23.000 millones de dólares
y una carga adicional de pobreza, desempleo, hambre.
Es
elemental conocer que cuando una economía es sana no tiene deudas.
Hasta los más acérrimos defensores del capitalismo reconocen que
los países prósperos- que los hay- son los que no tienen deuda.
Pero Correa a pesar de haber tenido los mayores ingresos en la
historia del país deja una deuda externa más del doble de cualquier
presidente anterior. Un año antes del nefasto advenimiento de Correa
al poder, la deuda era, a diciembre del 2005, de 11.058,938 millones
de dólares, según datos del Banco Central, ahora es de 22,575,197
millones de dólares solo hasta junio de 2016.
Se
vuelve a repetir en la práctica el demencial dato de que mientras
más ingresos tenemos la burguesía dominante más nos endeuda.
Sucedió así con el inicio de la deuda: en 1972-76- años del Plan
Cóndor- la época del también dictador “revolucionario” General
Rodríguez Lara, cuando se iniciaba el boom petrolero y obteníamos
ingresos que nunca habíamos tenido y cuando vivíamos con un
presupuesto bien modesto que era suficiente para nuestra economía:
los imperialistas yanquis convencieron al General de endeudarse y
hasta de vender el oro físico del Banco Central cuando más bonanza
económica teníamos! También Correa pone en prenda el oro físico
por endeudamiento a los agiotistas bancarios. Es cosa de locos pero
es así: ¡dos gobernantes “revolucionarios” nos endeudan hasta
las cejas en momentos cuando más sobreabundantes son los ingresos!
Cuando
Correa dice que no hay problema con semejante deuda está bendiciendo
el agio y los réditos del crédito que sanciona y acostumbra el
sistema de la ganancia. Para el socialista verdadero- no el de esa
espuria versión del socialismo del siglo XXI- el crédito es un
sistema de agio que señala una forma de corrupción que es ínsita,
constitucional al sistema capitalista.
La
deuda externa se halla interconectada con todas las acciones u
omisiones del régimen capitalista: expresa el mal manejo de la
economía, por eso se debe. Despilfarro, extender los pies más allá
de las cobijas, por eso se debe. La cuota de corrupción que se debe
pagar y que por eso se endeuda o se debe más. ¿Cuál es el tanto
del PIB que se ha ido o se ha perdido por corrupción? Correa no
respondió a esta pregunta pero si estuvo listo para denostar a
Christhian Zurita quien había afirmado que es el 70% del PIB.
¿Cuál
es el monto global de la corrupción de Pareja Yanuzelli y compinches
de Petroecuador? Porque nadie cree que es cuestión de uno o dos
millones de dólares.
¿
Cuál es el monto de las pérdidas en la llamada repotenciación
de la refinería que Correa la diferenció muy vistosamente del
término mantenimiento para distanciar u ocultar cifras y
costos?
El
crecimiento de la burocracia engorda también el endeudamiento, los
sobreprecios de carreteras y en general, de servicios y las coimas
correspondientes, también amplían la escala de la deuda. Además
que un país deba a las entidades financieras y capitalistas,
anónimos o conocidos, es la constatación de la desigualdad
producida por el robo de plusvalía a través de las operaciones
negras de la banca y el agio.
Los países van a la quiebra y el pobre
a la miseria precisamente porque los acreedores inflan los intereses
y están sobre el cuello de los pueblos como parásitos succionando
sangre. Y claro, cuando hablamos de la deuda de los países hablamos
de la deuda que pagan los trabajadores y los pobres de cada país más
que nadie.
Por
la deuda se suben los impuestos, se dispara el IVA, Correa se ha
visto obligado a subir al 14%; se dejan de pagar a los mismos
funcionarios del estado, incluso al aparato represivo, se venden
bonos del estado con ventajas grandes para el comprador, Correa lo ha
hecho, se inventan leyes como la de la plusvalía para sacar fondos y
se utiliza hasta la ayuda para desastres naturales, todo en el camino
de la deuda externa.
Utiliza más de 1000 millones de dólares de
fondos asignados al Seguro Social y dice que era de los fondos que
“regalaban” a una institución que según él no es de los
trabajadores.
Con deuda externa no existe soberanía de ninguna
especie y es un mal chiste siquiera nombrarla. Los acreedores
desmantelan las empresas del estado y vacían el bolsillo de los
pobres. Pero según Correa la deuda no es problema.
Un
país que debe es una entelequia virtual, una sombra sin cuerpo donde
todos tienen el sueño de perro de liberarse de la deuda externa y
alcanzar una mínima felicidad que siempre es cada vez más lejana.
Correa
recibió 170.000 millones de dólares para su gestión y nos deja una
deuda de 23.000 millones : 108 millones de dólares para pagar
mensualmente, pero según él no hay problema. Y nos deja un país
peor que antes, es decir para los pobres y sin trabajo. Peor que
antes en lo que se refiere a la producción para el equilibrio social
y la perspectiva de una sociedad igualitaria, es decir, sin
capitalismo, sin deudas, sin acreedores, sin intereses dañinos que
pagar, sin la bota criminal de los acreedores y el puñal en la
espalda del FMI., el más brutal depredador y sepulturero de millones
de hombres en el globo.
No es casual que el ave-símbolo en que
Correa quiere reencarnar es el cóndor: de todos modos una ave de
rapiña y extraordinario depredador. ¡Que se cumpla el deseo de
Correa!
Correa
solo deja una cultura del disfraz y del despilfarro: ejemplo: 1.250
millones de dólares utilizados supuestamente en una inexistente
Refinería del Pacífico. ¿ Y qué podemos decir del elefante blanco
del Yachay?
Estamos
en la Hora 25 y como en la novela del mismo nombre, estamos a las
puertas del genocidio. Los hambrientos son carne de cañón del
capitalismo y en Ecuador hay millones de hombres en el arroyo y sin
trabajo, en la miseria.
Cualquier
presidente o vicepresidente que venga después de Correa solo será
comandante en jefe de los campos de concentración de la deuda y
sobrestantes del macabro Fondo Monetario instalado y reinstalado por
Correa. Por eso el acto simbólico repetido de entregar a Carrión
los reglamentos del Fondo para que los estudie. Correa habla, domina
el idioma del FMI.
¿En
dónde queda la promesa inicial de no pagar la deuda externa?
¿En
dónde queda tanto discurso anti-imperialista si volvemos a las
garras del imperio norteamericano y además nos somete al
imperialismo chino?
¿En
dónde queda el rol regulador del estado que tanto habló Correa si
nos deja en manos de los chulqueros en petróleo de China, Tailandia
y de los banqueros de EEUU y Europa?
¿En
dónde quedan las declaraciones de que el mercado debe ser secundario
a las necesidades del hombre cuando nos deja a merced de la
privatización de las empresas, de una economía basada en la
anarquía de la producción y ávida de lucro, es decir, si nos
abandona a las fuerzas letales y disolventes del mercado capitalista?
La
charlatanería del socialismo del siglo XXI- que representa Correa,
Fernández de Kierchner,la multimillonaria familia del coronel Hugo
Chávez, Lula, Daniel Ortega, está entregando al proletariado
latinoamericano en las fauces voraces del capitalismo imperial- sea
de China, Europa o EEUU- y de sus entidades criminales como el FMI.
Al
proletariado solo le queda luchar por sus propios intereses
históricos que no son otros que la igualdad económica real, la
negación del pago de una deuda espuria, corrupta de los capitalistas
gobernantes que se disfrazan de socialistas con el fin de sostener
al imperio y al capital en el mundo y de paso enriquecerse
personalmente. ¡ Ni un solo centavo para el pago de la deuda
correista! ¡Fiscalización total e independiente al régimen de
Correa!
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