Salida de Glas


 

Salida de Glas

Por Fabián Núñez Baquero

12 de abril 2022

Los peligros del poder se resumen en uno solo :entrar y salir por la puerta equivocada

 

Jorge Glas, ex vicepresidente del Ecuador, sale de la cárcel antes de haber cumplido su condena. Mediante un truco leguleyo consistente en un Habeas Corpus ilegal solicitado por un juez de Manglar Alto, a más de 400 kilómetros de la cárcel de Latacunga donde Glas estaba preso, sin grillete electrónico y sin guardia de custodia. Glas fue fue vicepresidente en los gobiernos de Correa y Moreno, ambos militantes dirigentes del partido Revolución Ciudadana, simpatizante del movimiento auto denominado Socialismo del siglo XXI.

Glas fue condenado por recibir decenas de millones de dólares de sobornos por la Cia. brasileña Odebrecht, además de cohecho y otros delitos penales que aún no se sustancian. El abogado defensor de Glas justificó el Habeas Corpus por enfermedad de cuidado, pero es evidente que ya en la calle se vio a un Glas con aretes, bien afeitado,echo el pelo y con una energía de hiena en busca de nuevas presas.


Ahora la salida de Glas se ha convertido en una feroz lucha de clases, sobre todo en las redes sociales: unos lo han recibido como redentor, héroe de la Revolución Ciudadana; otros como el delincuente que nuevamente burla las leyes y es auspiciado por otro delincuente prófugo como Correa, quien mueve los títeres desde Bélgica, donde se encuentra con su esposa y familia.


Pero Glas, sea que se lo vea como villano o como héroe, ha sido sentenciado y no ha cumplido su sentencia y está en espera del resultado de los nuevos juicios. Si es revolucionario no debía recibir coimas ni aprovecharse de los bienes del estado. Si es ciudadano está sometido a las leyes de su país como todos. Así lo dictamina la democracia capitalista. Pero está libre, sin custodia, sin arraigo, no ha pagado su culpa, y es posible que viaje fuera del país o se esconda para no responder por sus delitos. En ningún caso se justifica su libertad, y se entiende que el Habeas Corpus fue y siempre ha sido una medida temporal .


En una democracia totalitaria crímenes como el soborno o robar dinero del erario se penalizan con fusilamiento o la horca. Pero creeríamos que en este sistema de lucro, al menos se podría instituir la expropiación de todos los bienes de los reos de estos delitos contra el estado, tal como se hace con los narcotraficantes. 

Se ve que la cárcel no soluciona nada: luego salen a disfrutar de los bienes robados y a seguir con sus fechorías. 

Un delito contra el estado debería penalizarse con la confiscación de todos los bienes de los sentenciados, sus cuentas corrientes o de ahorros abiertos u ocultos. Lo mismo para sus cómplices y encubridores. No la prisión, la prisión al fin y al cabo es un hotel gratis, confortable para reos que manejan billete, la confiscación total es lo ideal. Y ni siquiera haría falta ponerlos en prisión.


Si así fuera el presidente Lasso o, al menos, las autoridades o asesores jurídicos estarían en un serio callejón sin salida. Sea que hayan hecho pacto o no con el prófugo cabecilla de Bélgica o cualquier dirigente de la facción de Correa,lo que prima, de acuerdo a las reglas de la democracia capitalista, es amparar el delito contra la propiedad del estado, los fondos del pueblo, en lenguaje populista.


Si lo han hecho, porque son cómplices de liberar a un delincuente que no ha cumplido su sentencia y con lo que impiden además enjuiciarle por sus otros delitos. Porque tarde o temprano un acuerdo político se transforma en un acuerdo jurídico. Con lo cual no solo Lasso y sus asesores serían culpables, sino todos los asambleístas y demás cómplices en el pacto. Todos serían condenados a la confiscación total de sus bienes.


Mas todavía si está de por medio, como soborno , la Reforma Tributaria que beneficia en último análisis al Fondo Monetario Internacional y a su sistema de chulco, con lo que podría afirmarse con rigor que todos estos actores involucrados trabajan para expoliar al pueblo en beneficio del Fondo Monetario Internacional. Es decir habría doble delito: cómplices del soborno a Glas y actores directos del soborno de la Reforma Tributaria- Fondo Monetario Internacional.


Si no han hecho el pacto, por omisión de sus deberes dentro del aspecto netamente jurídico. Es decir, serían culpables las autoridades jurídicas involucradas.


En una democracia totalitaria estos delitos ocasionan la pena de muerte.

En la democracia capitalista actual penas de cárcel relativamente benignas, con el riesgo de fuga.

En una democracia capitalista más seria la confiscación de todos los bienes.





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