¿Qué podemos esperar de las cumbres capitalistas?

¿Qué podemos esperar de las cumbres capitalistas?

Fabián Núñez Baquero
11/04/09


¿Qué es lo que podemos esperar de una cumbre capitalista, sea de los 8, de los 20, o de los paises
progresistas? La respuesta es que puedan realizar en la práctica lo que por lo menos han reconocido en la teoría.
Pero antes, no podemos esperar de los jefes del capital una teoría que reconozca que el
principal escollo es el propio capital.Por el contrario,y por una ley de gravitación social, no
podemos ver en ellas sino sólo a los representantes del lucro y que no van a cambiar sus vidas – y
de las de su clase-de millonarios ultracómodos- por una revolución que otorgue a todos las mismas
satisfacciones que ellos ya poseen. Los capitalistas ni tienen- ni les interesa- una teoría científica,revolucionaria, que vea las raíces de la crisis que se prolonga desde la misma Primera GuerraMundial, como una que no es más que el resultado de la persistencia por demasiado tiempo del
sistema globalizado capitalista.

El problema capital es la rémora ultrapesada de un sistema que se basa en el robo de plusvalía, el
crédito y el sistema financiero y bancario que no es más que una máquina para hacer dinero y no
para servir de medida a los logros de la producción real y a los ahorros no menos reales del trabajo.Lo cierto es que la economía de la ganancia está en franco desplome. Pero no es la teoría de la clasedominante la que puede explicar el principio del fin de la clase dominante.
Como uno de los economistas del Financial Times, Walter Munchau lo expresa con gran claridad:


Whether you look at this as a Keynesian or a monetarist, you come to the
same conclusion: the world economy is in serious trouble.(1)

El mismo economista reconoce que la Cumbre de los 20 no va a cambiar para nada las reglas de
juego de la vehemente carrera de la ganancia y, por el contrario, se afianzan las medidas
proteccionistas de cada estado porque después de todo- y esto lo decimos nosotros- el sistema de
nación-estado capitalista condiciona y refleja a la vez el nacionalismo y el arraigado patrioterismo de la clase dominante en el mundo. Refiriendose a las resoluciones del G-20, el economista citado declara:
Not one of its resolutions will move the world a small step closer to resolving the global economic crisis.(2)

En efecto, aunque Münchau no lo reconozca, es el nacionalismo y la sobrevivencia del sistema de
nación-estado para la ganancia privada de la burguesía, la principal causa que determina esta y lasdemás crisis desde incluso antes de la Gran Depresión de la década del 30.

Los capitalistas actúan como individuos de naciones individuales y no siquiera como líderes del
sistema capitalista planetario. Su economismo nacional- la locura del lucro- les conduce a ver la
economía global como una panorámica de vacaciones o como una película truculenta tipo
Spielberg, y no como la realidad concreta de un modo de producción con sus propias leyes
generales y que opera en cada rincón del globo. De esta manera sólo piensan los marxistas, los
líderes del socialismo científico.

Por eso es- y esta parece una novedad de Perogrullo- los capitalistas no pueden sino recurrir a
medidas capitalistas para intentar aplacar el desplome capitalista. Al inyectar más de un billón de
dólares al sistema financiero y bancario lo hacen en la mira de que este sistema será eterno y eterna
la acumulación del capital y sempiterna la plusvalía expresada en el interés bancario y el crédito. Y
lo miran como una forma de refrescar dinero para su banca quebrada en su Ínsula Barataria de cada
uno de ellos. Y, claro, recurren a las mismas entidades corresponsables del crack como son El
Fondo Monetario Internacional(FMI ), a quien otorgarán más de 500.000 millones de dólares, y el
Banco Mundial. No existe un pueblo en el mundo que no haya sido afectado severa e
irresponsablemente por esta criminal dictadura. Y sinembargo es a ella a la que vuelven los
desesperados capitalistas en un no menos desesperado y catastrófico entorno del capitalismo
agonizante.
La gigantesca inyección de capital a los bancos opera como un colosal Tonel de las
Danaides para el pantagrüélico festín de la misma clase dominante, cuyo apetito de riqueza supera
al síndrome de Creso o los estrafalarios convites de Sardanápalo. Mientras, la clase obrera y los
pobres son aventados a los cuatro puntos cardinales de la emigración o a los oscuros y
nauseabundos pantanos de la miseria, el paro forzoso, y la guerra de clases entre las mismas capas
de proletarios.El mismo canibalismo que existe en las Bolsas de Valores del mundo se refleja en la
guerra de competencia entre los obreros y los pobres.

Los de arriba pujan y desuellan la piel de los otros por alcanzar beneficios escandalosos,en tanto los de abajo asesinan incluso por un dólar con el afán de sobrevivir.

La principal medida de la reunión del G-20 es una virtual nacionalización bancaria que intenta-
mediante una tibia fachada de regulación-seguir usando el dinero que pertenece a la clase ob rera yal pueblo para atender los requerimientos del puñado de millonarios de las finanzas. No hay nada
para la clase obrera, nada para los despojados de sus casas por la ola maléfica de las hipotecas
subprime, nada para madres y padres arrojados a la desocupación, nada para los emigrantes y sus
familias en el arroyo.

¿Y qué esperamos de la clase dominante que se reune en sus conferencias
ataviadas con los mejores licores y caviar? Ni siquiera este fabulosos desembolso puede lograr
estabilizar los bancos ni el capitalismo. No lo decimos nosotros. Lo dice el mismo Münchau:
And US taxpayers may not like the idea that they are spending billions of
dollars and have not saved the banks. (3)

Los obreros y pobres necesitamos,sí, una nacionalización bancaria, pero no para la ganancia sino
para atender a las necesidades de todos y para regular la producción y el trabajo en una sociedad
socialista cuyo lema es la igualdad real económica, social y política. Pero si pensamos así no es
porque tenemos un ideal de una sociedad socialista mejor, sino porque ya la sociedad socialista-
mejor que la capitalista- está prefigurada, ya naciente en el mismo sistema de producción actual.

Marx proclamaba que las crisis se explican por el exceso de riqueza que ha alcanzado la sociedad
dentro del capitalismo. Los pobres y trabajadores se mueren de hambre no porque no haya producción y riqueza, sino por sobreabundancia, exceso de ella. La prueba es esta multi-billonaria
inyección de capital que ha hecho exclamar a muchos en el planeta: ¿ pero de qué crisis estamos
hablando si destinan más de 80.000 millones de dólares para la guerra en Irak y más de un billón de dólares para la élite minoritaria que maneja y es dueña de los bancos?

¿Qué crisis es ésta en la cual se destina 500.000 millones de dólares al FMI, principal responsable de dirigir una economía paraenriquecer más a la clase dominante mientras somete a la miseria a pobres y trabajadores? ¿Es que podemos esperar otra cosa de la clase dominante? Haga lo que haga la clase dominante lo hace para beneficio de la clase dominante. Es como el Banco de la Seguridad Social del Ecuador: fue una idea buena siempre y cuando esté en manos, bajo la dirección de la clase obrera y afiliados y jubilados, pero no sirve para nada si sigue en manos del estado capitalista y de los representantes en el gobierno capitalista y si sigue mandando el modo de producción para la ganancia.


1 The London summit has not fixed the crisis
2 http://www.ft.com/cms/s/0/2fc2c2be-220d-11de-8380-00144feabdc0,dwp_uuid=60a3db68-b177-11dd-
b97a-0000779fd18c.html

3 http://t.com/cms/s/0/2fc2c2be-220d-11de-8380-00144feabdc0,dwp_uuid=60a3db68-b177-11dd-
b97a-0000779fd18c.html

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