Hambre de Freud en China


Russeau Henri- Jungla

Hambre de Freud en China
Por Fabián Núñez Baquero


Hay una verdadera hambre de Freud en China. Cuando en occidente Freud ha sido echado de lado y los freudianos han sido condenados con el fácil apelativo de trasnochados o dinosaurios de la psicología, en China existen ahora miles de estudiantes y profesores, psicólogos y psiquiatras con un interés superlativo y un respeto casi sintoísta por las doctrinas y la terapéutica mental. Esto nos lo cuenta William Wan en su muy documentado e interesante artículo Freud coming into fashion in China del Washington Post de octubre 11. (Ver http://www.washingtonpost.com/wpdyn/content/article/2010/10/10/AR2010101004005.html?wpisrc=nl_pmheadline

Los enormes problemas suscitados por el despliegue del capitalismo ( bajo máscara “socialista”) en China ha llevado a una tasa de desequilibrio mental realmente alarmante, y que ha conducido a una cadena de suicidios como en el caso de los obreros de la Cia. Apple, o a asesinatos de niños y estudiantes que nos recuerdan en mucho a lo que sucede casi a diario en la Meca del capitalismo, EEUU y en gran parte de las ciudades capitalistas en todo el globo. Con mucho acierto el autor nos recuerda que la denominada “revolución cultural” impulsada por Mao Zedong y la burocracia estalinista en la década de 1960, barrió virtualmente casi a todos los especialistas- que relativamente eran pocos- en Freud, prohibió las “teorías de occidente”, por consiguiente la teoría y la terapia de Freud y envió a “reeducarse” en el campo a jóvenes psicólogos y aficionados. Debe recordarse también que esta brutalidad Mao- estalinista llegó a prohibir que se escuche a los maestros de la música clásica y a la “literatura burguesa”. Estas posiciones ignaras de la burocracia estalinista hicieron mucho mal al desarrollo de la ciencia y, sobre todo al propio socialismo científico que no tiene nada que ver con estas ideas unilaterales, anticientíficas y antiobreras.
La psicología fue perversamente utilizada por el estalinismo- y lo es hasta nuestros días en China- para acusar a disidentes políticos de locura y mandarlos a los gulags de tortura mental, siguiendo en esto la misma pauta que impuso José Stalin y sus seguidores en la fenecida URSS contra la oposición marxista en la misma década y antes y después, hasta su restauración del capitalismo en la década de 1990.
Desde luego es inevitable que los desarreglos mentales, la ansiedad, depresión y enfermedades más dañinas, se desplieguen en un entorno de opresión capitalista, donde la desigualdad, el pánico a quedarse sin trabajo, el desempleo, los bajos salarios y la brutal expoliación laboral del capitalismo de estado en China, se presenten en toda su espeluznante realidad. Y claro, lo más fácil fue, es y ha sido para la burocracia estalinista, enfrentar estos males con drogas o con tratamientos de “disciplina” o , si más da, con represión. Se ha prohibido y se prohíbe las técnicas del yoga: recordamos con dolor e indignación el encarcelamiento de muchos practicantes de yoga en la Plaza de Tian Amen en Beijing. Estas prácticas, por supuesto, nada tienen que ver con el socialismo que es una macrovisión de la ciencia a escala global y que ha considerado a Freud y su terapia como un aporte de enorme magnitud para la humanidad, así como también como las brillantes contribuciones de la filosofía hindú el cuidado de la salud y la técnicas de relajamiento del yoga. La filosofía marxista integra en un panorama colosal todos estos desarrollos de la mente y la salud para el bien de la revolución socialista internacional.
Es evidente, así mismo, que la psicología freudiana- siendo una técnica para paliar los males psicológicos- no puede reemplazar a la misma necesidad de la revolución socialista en China y en todo el mundo. Ya que el capitalismo prohíja y genera los males de la mente, además del hambre y la miseria de millones, es imprescindible y prioritaria la revolución que elimine la propiedad privada de los medios sociales de producción y acabe con el capitalismo de estado rojo en China y con la burocracia estalinista que lo sostiene. Hay que acabar con el capitalismo que está destruyendo al hombre, su salud y su mente en China y en todo el mundo. Pero esto no significa de ninguna manera que debamos dejar de apoyar la teoría y la terapia freudianas para la salud mental de la clase obrera y pueblo pobre en China.
Así como ahora los chinos ven masivamente su fuente de salud en Freud- a quien todavía- en ataque nada científico- siguen denostando los grupos sin ciencia y sin cultura en todo occidente-, de la misma manera llegará un día que la clase obrera de China e internacional vuelva los ojos a Marx y al marxismo para construir y fortalecer a su vanguardia construida en partido a escala global y se movilice masivamente para construir en el planeta una sociedad socialista.

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