Preguntas simples sobre la corrupción
Preguntas simples sobre la corrupción
Por Fabián Núñez Baquero
A propósito del
encarcelamiento del reo Jorge Glas Espinel, ex vicepresidente de Ecuador, por
corrupción- bajo la figura leguleya de asociación ilícita- quisiera plantear
algunas interrogantes de carácter científico habida cuenta que la corrupción
tiene signo universal.
Se ha detectado
esta podredumbre social con Kuczynski y Toledo en Perú, el primero beneficiado
por Odebrecht y las hordas de Fujimori, y el segundo solo por Odebrecht.
Cristina Fernández de Kirchner ha opacado sustantivamente los cargos y
acusaciones que se hacían al loco que ama
en Ecuador de llevarse en costales el dinero luego de su aparatosa
defenestración por las masas. Cristina con menos espectacularidad y más
eficacia ha vaciado considerables capitales del estado en Argentina a la vez
que se ha dado tiempo y modos para hacerse elegir senadora por si acaso le
sirva para defenderse de la locomotora de la fiscalización.
Esto solo para poner tres paradigmas de lo que
en buen cristiano puede y debe llamarse desfalco al estado, es decir a los
fondos de los pueblos. Pero en todos los casos el desfalco tiene varias caras,
soborno, coima o cobro por utilizar influencias de jefes de estado o
funcionarios de alto rango, lo que implica una categoría más amplia y múltiple
que los sabios sociólogos o agudos politiqueros han denominado putrefacción,
inmundicia o podredumbre, que son los sinónimos de la corrupción. Y aquí vienen
mis preguntas para la élite de las patrias del globo donde este fenómeno de
descomposición cadavérica se hace más evidente:
1. ¿La corrupción es detectable en la base de ADN y cromosomas, como la
caspa, el cebo o el sudor en todos los seres humanos?
2. ¿Estas letales secreciones se
hacen presentes en la sociedad en su conjunto o solo atacan a determinados y
detestables seres humanos?
3. ¿Es la corrupción un fenómeno global de la humanidad, en toda su
historia, o simplemente un asunto que compete al modo de producción
capitalista?
4. ¿Es la corrupción un fenómeno individual del malsano egoísmo
capitalista o es un fenómeno colectivo en las capas más altas del
individualismo burgués?
5. ¿La corrupción es una enfermedad capitalista original y única o
histórica como la lepra, el rascabonito, la cleptomanía o la satiriasis?
6. De ser así ¿esta putrefacción es curable o es un síndrome que se
desarrolla vertiginosamente y que no tiene curación posible?
7. Si no tiene curación ¿los sujetos que la padecen no deberían ser
sometidos a una necesaria y privilegiada eutanasia?
8. ¿La corrupción es transmisible o no?
9. Si es trasmisible ¿Cómo se puede lanzar campañas de profilaxis y
cuidado masivo?
10. El individuo que trasmite la corrupción ¿también debe ser juzgado y
sentenciado por propagar la enfermedad?
11. Si es una enfermedad parcial o selectiva ¿Qué tipo de seres humanos son
más propensos a contagiarse y desarrollar esta enfermedad?
12. ¿Es posible aislar a estos individuos proclives a la corrupción como se
aparta a los manos largas de un banco o de la cartera?
13. ¿La corrupción es consecuencia, resultado del capitalismo y de la
propiedad privada?
14. ¿O El capitalismo y la propiedad privada son causados por la
corrupción?
15. ¿La corrupción es curable en otro planeta donde no exista el virus del
capitalismo?
16. ¿O los demás exoplanetas ya
están contagiados de corrupción y de capitalismo?
17. ¿Es correcto designar con el nombre de cleptómanos a los presidentes
capitalistas que se van llevando el santo y la limosna del erario capitalista?
18. ¿O sería más preciso llamarles víctimas, o héroes de su propio genoma
de apropiación privada y, por lo tanto, condecorarles por ser genuinos y
adictos a su ser original?
19. De ser así, ¿esto no implicaría condecorar con las más altas
condecoraciones a Kuczynski, Toledo, Correa, Glass, Morales, Fernández de
Kichner, Funes, Ortega, Maduro, Temer, entre otros de la jorga de los autodenominados del socialismo del siglo XXI?
20. Si es posible diagnosticar a tiempo este síndrome ¿no se podría pronosticar
los nombres de los próximos a ser condecorados?
Los sociólogos y
politiqueros tienen la respuesta.
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