Cuál es la lucha en las calles?

 
¿Cuál es la lucha en las calles?

( O el capitalismo entierra a los pobres o los pobres al capitalismo )
Por Fabián Núñez Baquero
09/10/19

En condiciones del desplome del capitalismo mundial,la batalla que se da en las calles del Ecuador es en esencia la lucha entre el proletariado obrero y campesino versus la burguesía capitalista en la época de su mayor declive. La burguesía representada por Moreno ha lanzado un paquetazo de elevación del precio de los combustibles que afecta a los bolsillos y estómago de los pobres en lo inmediato y la privatización de las empresas estatales, precarización laboral, alza del Iva y hambre generalizada en pocos meses más. ¡Los capitalistas preparan el colosal asalto y el robo de los bienes del pueblo, las empresas estatales!

Y, claro, esta medida es pactada por Moreno con la clase dominante para mayor enriquecimiento de los grupos oligárquicos de la banca y las finanzas, la industria y el comercio. Y, por supuesto, es el Fondo Monetario quien oficia del agiotista mayor y general en jefe de este complot económico social contra el proletariado ecuatoriano y Moreno su aliado y verdugo oficial.

Si la economía capitalista mundial está en recesión, no es novedad que el Ecuador capitalista, liderado, gobernado y abusado por los empresarios y caciques de la banca y el comercio, también esté en recesión. Según Oswaldo Hurtado, ex presidente de la república, desde Roldós y Hurtado- es decir, después de la dictadura de los militares, todos los gobiernos, incluido el suyo, y el de los socialcristianos, han subido el precio de los combustibles.

Y si Rafael Correa no eliminó el subsidio a los combustibles es porque vivió en una época de bonanza, de un petróleo de más de cien dólares el barril y porque le dio miedo enfrentarse a las masas. Pero fue en su gobierno disfrazado de socialista y bajo la abzurda( el error ortográfico es consciente ) parafernalia llamada revolución ciudadana, cuando los banqueros se enriquecieron más, y la oligarquía de la industria, el comercio y las finanzas se hicieron más multimillonarios.

El gobierno improvisado de Correa fue el mejor socio y aliado no solo de Odebrech, sino que fue el más eficiente socio y pagador del Fondo Monetario. Aunque se disfrazó de socialista, fue un eficiente político capitalista, defensor acérrimo de la propiedad privada, y del sistema de beneficio, agio y negociados turbios del ámbito de la ganancia y la corrupción. Y, es evidente, que su sucesor no solo fue cómplice de su compañero de partido y de gobierno, en calidad de vicepresidente, sino que lo superó en el campo de los negociados y giró más hacia la derecha que su antecesor pactando con líderes de la derecha y ultraderecha como con Bucaram, Lasso y Jaime Nebot, el líder socialcristiano que ahora se improvisa de defensor del pueblo pobre y supuestamente oponiéndose al paquetazo morenista.

El rostro de la recesión mundial se presenta con el déficit en la balanza de pagos en cada país, como síntoma y como demostración de la inviabilidad del sistema, la incapacidad de la clase dominante en garantizar la producción y la existencia de las masas y porque el sistema en su conjunto choca con fuerza incontrastable con la ley decreciente de la tasa de las ganancias. Al sistema le falta fuelle, el fuelle de la ganancia.

Los empresarios en Ecuador trabajan a medio gas en competitividad, con un aparato productivo subutilizado y con un sistema parasitario, pero bien pagado, en el sistema financiero y bancario. Ahora quieren remplazar su incompetencia y parasitismo, con cargar sobre los hombros de los trabajadores la crisis debida a su incompetencia y la de su sistema, y quieren adueñarse de las empresas del estado para medrar más y ni siquiera invertir su capital parasitario en el país, sino exportarlo a la Meca del imperio o de los paraísos fiscales.

Fondo Monetario e imperio – a través de Moreno- quieren fortalecer a sus socios parásitos, lanzando una feroz flexibilización laboral, aumento del transporte, más horas de trabajo impago o esclavo, negación de conquistas laborales que han significado años de lucha, imponiendo a obreros y pobres desempleo y total precarización de sus condiciones de vida.

Todas estas brutales medidas para rellenar la brecha del déficit fiscal producida por el colosal saqueo de los bienes del pueblo, el despilfarro, las coimas, el enriquecimiento ilícito, la corrupción generalizada del régimen capitalista de Correa, quien se disfrazó de socialista para mejor ensuciar la bandera del socialismo y beneficiar al capitalismo en bancarrota.

Lo que se debate en la lucha es: o el capitalismo entierra a los trabajadores y pobres o trabajadores y pobres entierran al capitalismo.

Ni Correa ni Moreno representan los intereses proletarios, tampoco Nebot ni Lasso, ningún politiquero de extracción de clase burguesa y de programa basado en la ganancia. El proletariado no tiene más remedio que luchar por un gobierno obrero campesino con políticas socialistas basadas en:
  1. Eliminación de la propiedad privada de los medios sociales de producción. Es decir, las empresas de comunicación, tierra, telefonía, internet, eléctricas, de agua potable, de transporte, minas y petróleo, etc., deben estar en manos del estado, que representará la transición hacia un régimen colectivo de igualdad social.
  2. Expropiación del sistema financiero y bancario que debe ser nacionalizado para contabilizar el trabajo y la producción del país. El dinero no debe ser objeto de lucro sino de servicio y de crédito para las masas productoras.
  3. El ejército y la policía deben ser transformados en el ejército del pueblo en armas o milicias proletarias y del pueblo pobre.
  4. Eliminación de la Asamblea, antro de la más asquerosa corrupción, que se niega a ni siquiera dictar una ley que recupere lo robado al erario nacional porque ellos mismo son autores, cómplices y encubridores del pillaje a los bienes del pueblo.
  5. Creación de consejos obreros campesinos para legislar y al mismo tiempo cumplir en la práctica lo legislado.
  6. Confiscación total de los bienes adquiridos por corruptos asaltantes del erario nacional. Y pena de muerte para los reincidentes.
  7. Confiscación de fábricas, tierras, y su traspaso al régimen obrero campesino para liberar la producción global. Fábricas para que lo trabajen y administren los obreros y tierras para el campesinado que las trabaja.
  8. Negación total al pago de la deuda externa al imperio, a los bancos privados, al imperio chino. Ni un solo dólar ni un solo barril de petróleo a estos imperios.
  9. Instauración de una economía central y planificada que se mueva no para el mercado ni el negocio sino al servicio y beneficio de todas las masas.
  10. Eliminación de las elecciones, del Consejo Nacional Electoral, esa Celestina disfrazada de democracia que sirve para recauchar el poder de los mismos corruptos que han esquilmado al estado y enseñan a robarlo a los más jóvenes herederos del capitalismo.
  11. Creación de un régimen colectivo de Igualdad Social, dirigido por un Consejo del Estado Obrero Campesino, nombrado por los consejos obrero campesinos autónomos e independientes de las provincias, que elijan directamente los mejores dirigentes proletarios de la ciudad y el campo.
    12. Monopolio del estado obrero campesino sobre el comercio exterior, es decir sobre importaciones y exportaciones de bienes y comercio de dinero.
     13. Nacionalización global del transporte público para el servicio de todos.
¡No hay salida ni futuro en el capitalismo!
¡Luchar por un régimen colectivo de Igualdad Social en Ecuador y América!


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