Protesta y lucha por el poder
El parásito- Joan Miró
Protesta y lucha por el poder
( O
manda el proletariado o manda la burguesía )
Por:
Fabián Núñez Baquero
El
triunfo moral y político del movimiento indígena sobre el
debilitado gobierno capitalista de Moreno, obligándole al retiro del
decreto 883,que elevaba el precio de los combustibles y atacaba las
conquistas laborales, vuelve a plantear en esencia el problema del
poder y los límites de la protesta social en el marco del sistema de
la ganancia.
En
doce días de heroica movilización contra el paquetazo los indígenas
volvieron a demostrar su liderazgo al frente de todo el pueblo y a
presentar alternativas incluso de gestión económica frente al
régimen. Pero es claro que inclusive la protesta victoriosa no
reemplaza a una política independiente y soberana por parte del
proletariado.
La
CONAIE y Pachacútec, su brazo político, vienen protestando más de
20 años, cuando ya deberían ser parte de un gobierno obrero
campesino en el poder.
Es lógico pensar que una cosa es pedir a la
burguesía que cambie o reforme una política, y otra, muy otra,
llevar adelante una política propia de clase proletaria en el poder.
Para ello el movimiento obrero debe deshacerse de la burocracia
sindical que impide su movilización; que siempre está a la
retaguardia de toda lucha, como ahora que Tatamuez, lider del Frente
unitario de los Trabajadores (FUT), anuncia una huelga tan a
destiempo,luego que las masas ya pagaron con muertos y heridos su
aguerrida lucha. La burocracia del FUT solo va hacer un insultante
saludo a la bandera.
El movimiento obrero debe transformar su
militancia sindicalista en militancia política y marchar a tiempo
junto al campesinado pobre y a la vanguardia del proletariado en su
conjunto.
Las cuentas en rojo del capitalismo
Es
evidente que la dictadura del Fondo Monetario Internacional ( FMI )
y la clase dominante van más allá que las medidas lanzadas para
cubrir el déficit fiscal. Lo que quieren es la permanencia de un
sistema de beneficio que ahora se debate en el estancamiento y la
recesión, y quieren, como siempre, que la crisis la pague el
proletariado.
Como
sabemos, cada vez que boquea el capitalismo se pone en el tapete
social el problema del poder: o manda la burguesía y la ganancia,
aunque sea en calidad de zombie, o manda el proletariado en su afán
de igualdad económica y social. No hay otra alternativa.
La
burguesía tiene un programa claro: mantener el capital y el crédito,
la propiedad privada y la esclavitud salarial.
El proletariado:
aunque sea en forma inconsciente defiende la eliminación de la
propiedad privada de los medios sociales de producción y una
economía central planificada impulsada por todos y al servicio de
todos.
Las
cuentas en rojo de la economía capitalista mundial anuncian el
retorno del flagelo cíclico de la crisis del sistema; por la caída
de la tasa de ganancias, por la sobre-producción y estancamiento, más
parasitismo del sistema del agio bancario y más despilfarro y
anarquía por parte de la burguesía del globo. El capitalismo
colapsa y los capitalistas recurren a más sutiles formas de
parasitismo y corrupción para subsistir.
Es
lo que sucede ahora luego del boom económico y despilfarro y
corrupción del régimen capitalista de Correa-Moreno.
Cada
diez años, el ciclo del declive capitalista retorna. En el caso del
Ecuador: feriado bancario de 1999 -2000, donde la bancocracia,
dirigida por los hermanos Isaías se llevaron más de 4 mil millones
de dólares; crisis financiera mundial del 2008 que comprometió la
existencia del capitalismo, luchas de los forajidos y surgimiento de
las Asambleas Populares, que pre anuncian el régimen de clase media
capitalista de Correa disfrazado de socialista en 2008.
La
dolarización y un petróleo de más de 100 dólares el barril,
permitieron a Correa capear la crisis y desarrollar una obra
faraónica basada en contratos corruptos, sobornos y convenios tipo
Odrebech y en asistencialismo social con el bono de la pobreza,
clientelismo politiquero del sánduche y la cola para las movilizaciones correistas y brutal represión
estatal con la colaboración de Alfaro Vive y los auto denominados
partidos de izquierda apoyando la versión de izquierda liberal
llamada revolución ciudadana.
Tener el poder pero para la burguesía
(
Correa y sus socios de izquierda reciclan el capitalismo)
Correa
tuvo el gobierno pero no el poder. Y esto porque él recicló con
eficacia de malabarista de feria, el poder de la misma burguesía, de
la misma plutocracia bancaria y financiera que dijo combatir. Correa
pasará a la historia como el gobernante más servicial de la
burguesía y su sistema corrupto, como un charlatán que vociferaba
contra el capital y el mercado, siendo en esencia un vulgar mercader
capitalista, que se disfrazó de socialista para arrastrar por los
suelos la bandera del socialismo.
Sin
tocar ni un milímetro la estructura capitalista, Correa benefició
como nadie a los banqueros; perdonó deudas millonarias a más de
doscientos empresarios como Noboa; poco menos que regaló el petróleo
a empresas de China y a especuladores vergonzantes como Cadena; fue
socio modelo del FMI, capitán fervoroso de la minería de cielo
abierto; regaló decenas de miles de millones a empresas como
Movistar, Porta y Claro del mexicano libanés Carlos Slim; castigó
con juicios penales a periodistas y luchadores sociales; siguiendo el
modelo castrista prohibió las huelgas, desató una furiosa y asesina
represión contra el campesinado que luchaba por el agua y contra la
minería de las transnacionales; hizo pagar multimillonarias
indemnizaciones a empresas como la Oxidental, Texaco Chevron que
destruyeron el hábitat natural; sometió al sistema judicial a su
dictadura; saqueó el Seguro Social del IESS y la Caja social de militares y
policías .
Correa
y sus aliados del denominado socialismo del siglo XXI, Bachelet en
Chile,Evo Morales en Bolivia, Cristina Fernández en Argentina, Lula
da Silva en Brasil, Chávez y Maduro en Venezuela, Ortega en
Nicaragua, han pisoteado el nombre del socialismo, el presente y el
porvenir de la revolución de verdadera igualdad social en América
Latina. A más de esto hay la denuncia del diácono Jorge Sonnante en el
programa de la periodista boliviana Roxana,Ahora Roxana, de que la mayoría de ellos saquearon los fondos de sus países para engordar
sus cuentas personales en el Banco del Vaticano donde tienen
depositados centenares de millones de dólares.
Fruto del robo al
erario nacional, Rafael Correa poseería 193 millones
de euros con cuenta de Paxca Cia. Limitada N.º 001345761, es decir,
más de 200 millones de dólares. Lula más de 240 millones,
Bachelet más de 200 y Evo Morales, presidente de Bolivia, más de
300 millones. Se debe investigar esta denuncia que sería un delito
más cometido contra el proletariado de parte de Correa y sus socios.
Trabajadores y pobres deben exigir la confiscación de cuentas
corrientes y bienes de estos repugnantes asaltantes al bolsillo del
proletariado.
Pero
no solo Correa afirmó el capitalismo. También sus aliados serviles
de la denominada izquierda, los del partido Socialista, Comunista,
MPD, las versiones castro guevaristas del MIR, Alfaro Vive y sus
socios de las FARC, reciclan y han reciclado el capitalismo al mando
de Alianza País y la revolución ciudadana. Tuvieron el
gobierno en sus manos, en calidad de sirvientes y colaboradores, pero
no el poder que siempre estuvo en manos de la burguesía a través de
la política de Correa-Moreno.
Y
ahora a Moreno le toca realizar la misma política de Correa, solo
que más a la derecha : reciclar el capitalismo en agonía, pero sin
tener el grifo del petróleo hipotecado a los chinos y con una deuda
externa de 60.000 millones de dólares, cuyo gendarme, el FMI
exigirá, como en Grecia y Argentina, hipotecar el país apoderándose
de empresas estatales, como ya lo anunciaba el fiero y corrompido
asesor defenestrado de Moreno, Cuesta Caputti.
Los
vastos ingresos de un petróleo de más de 100 dólares el barril que
a Correa-Moreno les permitió hasta disfrazarse de socialistas y
filántropos, ahora, con su reducción a la mitad de precio, y con la
corrupción y el despilfarro correista que drenó miles de millones
de dólares de la economía, y con la crisis global del
sistema,Moreno busca desesperadamente congraciarse con el imperio y
sus entidades criminales como el FMI y girar más a la derecha y
atacar al mismo pueblo que dice representar.
Terrorismo estatal y correismo, culpables de muertos y heridos
( Se debe expulsar y enjuiciar al Fondo Monetario Internacional )
La
movilización indígena fue utilizada también por el correísmo y
brigadas mercenarias de Maduro, aliado de Correa, con el objetivo de
remover a Moreno de la presidencia a través de la muerte cruzada
que implica la revocatoria de mandato, convocatoria a nuevas
elecciones y la participación de Correa para retomar el mando de la
nación. Fueron asambleístas como Gabriela Rivadeneira y miembros de
Alianza País como Paola Pabón, Virgilio Hernández o Héctor
Rodríguez, gerente del delirante proyecto educativo Yachay, quienes
estuvieron al frente del vandalismo y la violencia al punto de
incendiar la Contraloría para eliminar evidencias de corrupción.
Algunos
asambleístas principales de Alianza País como Soledad Buendía, el
ex canciller Ricardo Patiño, han puesto su proa a México y otros
como el asambleísta Virgilio Hernández, acólito de Correa, están
fugados.
Los
asambleístas gozan de inmunidad parlamentaria, ¿ de qué fantasma
de la conciencia huyen? ¿En dónde pusieron sus manos que hasta
rechazaron aprobar la ley que confiscaba los bienes de los corruptos?
Y si ahora no cumplen sus funciones no tiene el estado porqué
pagarles sueldo.
Entre
tanto el ex vicepresidente Jorge Glas y más autores y cómplices de
los sobornos de Odebrech han sido condenados definitivamente a seis
años de prisión y a devolver más de 33 millones de dólares que la
compañía brasileña pagó a los implicados como parte de centenas
de millones de dólares más que todavía están por sentenciarse.
Con sentencia ejecutoriada el estado ya no tiene porqué pagar sueldo
a Glas.
Con
esta acción y los juicios penales por cohecho, asociación ilícita,
peculado, secuestro, etc., Rafael Correa tiene prácticamente cerrada
la puerta a su retorno como mandatario, aunque todavía seguirá
intentando volver al país usando la ganzúa podrida de las
elecciones.
Lo
más probable es que el aventurerismo irresponsable de clase media de
la Revolución Ciudadana, con Alianza País y el llamado Socialismo
del siglo XXI como protagonistas en el Ecuador, culmine con su
principal ideólogo y dictador sepultado en la cárcel.
Enjuiciar y expulsar al Fondo Monetario Internacional
Tanto
la violencia lumpesca desatada y liderada por el correismo, como la
brutal represión del aparato terrorista del estado capitaneado por
Moreno, son los responsables del baño de sangre que ha costado 7
muertos, centenas de heridos y más de mil detenidos del proletariado
en lucha.
No
podemos omitir la culpabilidad del sistema capitalista que genera la
corrupción por el ansia desaforada de riqueza, la de los bancos y
prestamistas que están tras de las letales decisiones del FMI. Esta
malévola organización del chulco mundial debe ser enjuiciada por
sus violentas y fatales acciones que dan prioridad al engordamiento
de los chulqueros del sistema financiero y bancario internacional a
costa de la destrucción de países, fuerzas productivas y vidas
humanas.
¿ Y
cómo vamos a pagar una deuda que no la pactamos los proletarios ni
el pueblo pobre, cuyos leoninos intereses sumarán siquiera unos
cinco mil millones de dólares anuales? Esta es una deuda de los
burgueses capitalistas, entonces que la paguen ellos.
Los métodos del proletariado obrero-campesino
Como
es conocido los métodos de la protesta indígena y proletariado no
tienen nada que ver con los saqueos y el vandalismo destructivo
desatados por Correa y Alianza País y las brigadas mercenarias de
Maduro. La clase obrera y el campesinado no destruyen
infraestructura, por el contrario, cuidan el aparato productivo que
lo crean y lo utilizan.
Los
líderes del correismo deben pagar por estos hechos tanto como el
estado y los dirigentes del aparato de terror capitalista. De hecho
el movimiento indígena ha pedido la separación inmediata de la
ministra Romo de policía y del ministro de defensa Jarrín. Lo menos
que Moreno debe hacer es atender el pedido del movimiento indígena.
También
autoridades de elección popular, como el alcalde Yunda, que
participaron con acción u omisión en los hechos, deben ser
destituidos y sancionados. Asambleístas y concejales hicieron nada
para detener el baño de sangre, deben ser enjuiciados y destituidos.
Tanto Nebot como Cyntya Viteri, como autoridades municipales y
miembros del partido social cristiano, que primero apoyaron la
rebelión indígena y luego, cuando la movilización se dirigía
Guayaquil, azuzaron la violencia contra los indígenas, deben ser
destituidos.
En
el caso de Yunda, quien se enriqueció y obtuvo varias ondas del
espectro satelital por su adhesión al correismo, debe ser
investigado a fondo por el origen de su cuantiosa fortuna.
A
más de esto el estado debe indemnizar a las víctimas heridas y
familiares de los fallecidos.
Tareas del proletariado
El
proletariado, en cambio, debe construir una dirección política para
eliminar el capitalismo en bancarrota y transformarlo en un régimen
global de economía central planificada para el servicio de todos en
Ecuador y el planeta. Los métodos de lucha de obreros y campesinado
son en esencia el reclamo, la movilización política, así lo han
hecho siempre.
Son
décadas que el proletariado ha probado lo que significan los
liderazgos de la izquierda, comunista o seudo socialista, castro
guevarista, populista, ahora debe hacer un balance serio y sereno
sobre la necesidad de llevar a la práctica la construcción de un
partido revolucionario que genere un programa de reivindicaciones
sociales cuyo fin no sea solo la defensa de los derechos democráticos
de la clase obrera y pueblo oprimido, sino los puntales para la toma
del poder real y la instauración de un régimen de equidad social.
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