Forma y contenido en política

Kandinsky
Forma y contenido en política
Por Fabián Núñez Baquero

17/10/19
La lucha política está repleta de categorías filosóficas. De hecho, sin filosofía es poco menos que una aventura peligrosa su ejercicio. Y en filosofía predomina la conciencia, el pensamiento por categorías, la lógica. Cuando hay filosofía, lógica, se descarta la improvisación , el pragmatismo ciego. Sin embargo, como en la vida, cuyo desenvolverse es, en un elevado tanto por ciento, inconsciente, de igual manera en política la mayor parte de personas ejercen este oficio sin percatarse que son en esencia pragmáticos inconscientes, sujetos improvisados.

Existen cientos de partidos políticos en espera de ser aceptados como tales en el Consejo Nacional Electoral. No hay duda que en la mayoría de ellos sus dirigentes poseen las mejores intenciones para su país, aunque otros solo tienen pretensiones del poder por el poder. Quieren ascenso social, mejorar sustancialmente su economía. En este caso unos y otros buscan el mismo contenido, es decir, ser aceptados como partidos políticos, aunque difieren en la forma, es decir, por los medios, su contenido, su ideario; y por las metas que se proponen: unos quieren mejorar su bolsillo personal y otros supuestamente hacer el bien a los demás.

Es de esperar que una gran mayoría, si acaso todos, no conocen que las categorías filosóficas de forma y contenido están presentes en todo proceso vital y social y, como es natural, en la política. Y si no lo conocen tampoco pueden saber que, por ejemplo, su ideario, en el que basan su filiación como partido, a lo mejor solo es una forma más del mismo contenido que sustenta a otro partido político o, quizás, a todos.

Y si existe varios candidatos a ser aceptados como partidos políticos con un mismo contenido, solo diferenciándose en la forma, entonces ¿por qué no agruparlos en uno solo para evitar la proliferación innecesaria de partidos?

Pondré un ejemplo un poco bronco: dos partidos que dicen defender la democracia. En primer lugar deben definir qué entienden por democracia, es decir el contenido de su plataforma, para luego pasar a la forma, la manera o los mecanismos de su defensa. Si el contenido definido es el mismo, entonces la forma, la manera de su defensa es secundaria, por lo tanto los dos partidos deberían fusionarse en uno solo.

Por cierto hay veces que la forma rebasa el contenido, o, para ser más exactos, la forma sufre una transformación cualitativa que la convierte en un nuevo contenido. Por ejemplo, si,supuestamente,para defender la democracia, hay que instaurar una dictadura. En este caso la forma ya no es forma, es el contenido de una plataforma, la cual sería una dictadura democrática. A pesar del oxímoron o la antítesis imposible, puede haber una dictadura democrática, la que impondría el poder omnímodo de la mayoría a todos.

En los últimos eventos de la movilización indígena las categorías de forma y contenido están presentes con absoluta nitidez. El gobierno de Moreno ejerció como contenido la dictadura del estado, de una minoría sobre la mayoría, siendo la forma lo que alguna comentarista, muy suelta de huesos, lo graficó con el concepto el estado tiene el monopolio del aparato del terror, lo que implicaría que la forma se transforma en contenido: el régimen de Moreno,que representa al estado, que maneja el monopolio del aparato de terror, es por consecuencia, o fue en ese momento, un régimen terrorista.

Forma y contenido aparecen también en el retiro del decreto 883. Como se sabe, Moreno hizo el anuncio de retirar el decreto para hacer otro, para modificarlo a través de comisiones del gobierno primero, y luego, ante la presión del liderazgo indígena, cambiarlo a través de comisiones que realice o dirija el liderazgo indígena. Pero,en esencia, el contenido del decreto se mantiene, solo cambia la forma, la focalización.

Lo mismo sucedió con el contenido comisiones, la forma, que sean solo del gobierno o con el liderazgo indígena, no impide discutir el mismo contenido, la focalización, es decir, lo que quería el gobierno, pero ahora con el aval indígena. Los reos son también jueces de su propia sentencia. Ahora los indígenas quieren más gente, empresarios, grandes agricultores, comerciantes, para engordar las comisiones. Eso le hace decir Janeth Hinostroza en una entrevista a Leonidas Iza, valiente líder indígena. Pero el pensamiento de todos ellos reproducen el modo de pensar acostumbrado, corriente y moliente de la clase dominante.

El lugar común dominante será la focalización, sin pensar que están trabajando para fortalecer las demandas posteriores del FMI y el capital transnacional cuya meta voraz será llevarse las empresas estatales y conducir al país a la miseria. Hasta el más pobre ciudadano sabe que los intereses te comen vivo. Y los de los bancos transnacionales del FMI son leoninos, implacables. 

En esencia el régimen de Moreno manipuló el contenido a través de la forma, para mantener el mismo decreto. Pero el decreto solo es la forma de un contenido mayor : disciplinar el estómago de las masas hambrientas para mantener la exacción feroz del FMI y sostener al capitalismo moribundo.


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