Las cuchufletas de Zizek
Trabajadores emigrantes en busca de ocupación
Las cuchufletas de Zizek
Confesiones de un filósofo metafísico
Por Fabián Núñez Baquero
El título de Zizek de la rebelión
de la burguesía asalariada[1] es una divertida forma de
tomarnos el pelo. No estamos contra la diversión ni contra las fórmulas
festivas, estamos contra los chistes inexactos. Por lo que sabemos a la
burguesía podemos hacerle cualquier clase de broma o hasta de sarcasmo, podemos
decirle vela verde o virus azul, menos la de ser asalariada. Y esto porque la
burguesía es un festivo parásito que vive de la esclavitud salarial de los
obreros. Se siente feliz en ese estado, es su manera de reproducir sus
condiciones de vida y, por lo tanto, ni siquiera de forma virtual desea obtener
un salario, porque obtiene su ganancia sin trabajar, mediante la esclavitud
salarial de los demás. De manera que el chiste del título en el artículo de
Zizek es malo, no porque sea chiste, sino porque es inexacto. Si se refiriera a
la clase media o pequeña burguesía, entonces el artículo tendría una verdadera
connotación, y, en verdad, el contexto- sin que Zizek sea consciente de ello-
se refiere a la clase media que teme perder sus niveles de vida y
proletarizarse.
Pero veamos otra chilindrina del
chistoso Zizek:
Zizek
dice que Gates se ha enriquecido no
porque produce software a más bajos precios o explotando a sus trabajadores(
dice que Gates paga altos salarios a lo suyos), sino porque ha impuesto un estándar
universal para monopolizar el campo de la computación. No veo ninguna
diferencia entre el monopolio de este campo y cualquier otro, donde justamente
se da también un estándar universal que permite monopolizar. Los
inventos de Jacobo Steinmetz también fueron convertidos en un estándar
universal por la Westinghouse, lo que le dejó a él más pobre que una pulga
y a la compañía más rica que un Creso. Y Marx plantea en Los Cuadernos
Económico Filosóficos de 1848 y en El Capital, que no importa cuán supuestamente
crecidos sean los salarios de determinados trabajadores, igual la plusvalía
funciona para generar la correspondiente cuota de ganancia para los
capitalistas y la explotación se da con salarios altos o bajos.
Por otra parte, si tomamos en cuenta los sistemas operativos abiertos como Linux y Ubuntu, podemos establecer que ellos también cumplen con el “estándar universal” que pregona Zizek, pero son gratuitos. Marx ya determinaba que podría haber- dentro de la producción capitalista- objetos de consumo que no se convierten en valor de cambio. Que yo sepa Max Plank- el gigante descubridor de la mecánica cuántica- en la que se basa la computación y la cibernética- jamás pensó en explotar comercialmente su descubrimiento. Poetas como Novaliso como Whitman jamás se les pasó por la mente obtener plusvalía de sus creaciones, Linux y Ubuntu no han entrado en la cadena directa de la comercialización capitalista. Su calidad es tanto o más refinada que el sistema Windows, representa la condensación del conocimiento tecnológico de la comunidad y apela a las donaciones voluntarias de dinero y de trabajo- es decir, de conocimiento- para sobrevivir.
Los hackers que han puesto al
servicio de la colectividad libros gratuitos, cine y programas, de alguna
manera están convencidos que el conocimiento- es decir el trabajo de alta
calidad- debe estar al servicio de la humanidad y de alguna manera prefiguran
una sociedad distinta a la de la compra y venta, de la ganancia. Los hackers se
sirven del conocimiento- del trabajo de alta calificación- para hacerlo
disponible a los demás, que no lo disponen. No es casual que el FBI ha
procedido a cerrar la enorme cadena virtual, y beneficiosa para los pobres, Megaploud y que la ley de
EEUU interviene directamente con el sistema SOPA para impedir la difusión del
conocimiento y la información.
“El conocimiento colectivo”, es decir el
trabajo sofisticado en ciencia y en tecnología, no es de ninguna manera
colectivo. Relativamente pocas personas en el mundo lo poseen. Es en este
aspecto lo que Gates ha aprovechado para comercializar el invento del sistema
operativo para darlo a los demás utilizando el sistema del valor de cambio y la
propiedad privada capitalista y luego el virtual monopolio. En todos estos
aspectos opera el sistema de la ganancia, de la plusvalía, que no debe verse
solo como la plusvalía obtenida por el software que vende Gates, plusvalía
extraída a sus empleados y trabajadores en su empresa, sino que la ganancia se
obtiene a través de la plusvalía extraída a los intermediarios y compradores en
todo el mundo.
Esta es una frase tan general que es como si nunca lo
hubiese dicho Marx, si es que alguna vez lo dijo, tomando en cuenta que él
habló siempre de lo concreto y de la vaciedad de las abstracciones tan amplias
sin contexto.
Gates effectively privatised part of the general intellect and became
rich by appropriating the rent that followed.
Gates no se apropió de una parte
del general intelecto sino de un
descubrimiento, de un saber de un técnico científico concreto, a quien compró-
como una mercancía cualquiera- su invento y es este invento particular el que
lo comercializó- dentro de las reglas de la apropiación privada capitalista- y
este invento es lo que le hizo rico. Apropiarse del general intelecto implica apropiarse en este caso, de trabajo concreto, de fuerza de trabajo. En
este caso de una fuerza de trabajo intelectual que implica miles de horas de
trabajo condensado, además de la capacidad de inventiva y conocimiento del
inventor.
Pero analicemos otra cuchufleta
de Zizek:
Detrás del conocimiento está el
trabajo y el conocimiento mismo es un trabajo. De manera que cuando Zizek dice
que lo único que ha hecho Gates al apropiarse de la inteligencia colectiva, es
apropiarse del trabajo. En una empresa intermediaria o en una franquicia está velada
o escondida la fuerza productiva pero ésta existe en cualquier producto que sea,
como decía Marx, hasta en los productos más “espirituales”. Una agencia
comercial de computadoras no puede ocultar la fuerza de trabajo de los técnicos
y obreros que hacen los repuestos, las partes y el ensamblaje de las mismas,
así éstas se encuentren en las antípodas. El conocimiento y la habilidad
técnica para desarrollar un software o el hardware son horas de trabajo- de
conocimiento acumuladas. Pero aún los
propios técnicos son obreros altamente calificados aunque su trabajo de alguna
manera se ha “volatilizado”, se ha convertido en conocimiento. La “privatización
de la inteligencia”, por lo tanto, es privatización de fuerza de trabajo. Y el trabajador, no por ser un ingeniero en
software o técnico en software, deja de rendir su cuota de plusvalía al
capitalista que usa su fuerza de trabajo- su conocimiento- para materializar
valor, plusvalía y cuota de ganancia. Así, lo que llama Zizek, la renta por
apropiación del conocimiento, es, en esencia, renta por apropiación de
fuerza de trabajo.
Marx se refirió a la depreciación
de las máquinas, el capital constante, además del crecimiento de la fuerza
productiva por el desarrollo tecnológico y la incidencia de la nueva fuerza
productiva más sofisticada sobre la plusvalía y la clase obrera. La categoría
de clase obrera ha cambiado su fachada, pero sigue siendo una clase concreta. Un empleado, así sea el más intelectual del
mundo, sea empleado privado o del estado- es un obrero, una fuerza de trabajo.
Los cambios en la tecnología no anulan las categorías de clase, lo que hacen es
“espiritualizarlas”, la esclavitud salarial adquiere una forma “metafísica”, el
dogal se ha transformado en dogal virtual, pero sigue siendo un dogal.
Y, por supuesto, existe más producción de riqueza ,por efecto de los adelantos
tecnológicos, pero los trabajadores desempleados se mueren de hambre, no por
falta de riqueza, sino por exceso de ella, pero en manos privadas. Marx habló
algunas veces de esta evidente paradoja.
No es verdad que lo principal de
las luchas de hoy son por “propiedad intelectual”, es más simple: por trabajo,
cualquiera que sea intelectual o material, por no morirse de hambre, ese es el
contenido de la emigración masiva de trabajadores en todos los continentes
buscando mejores condiciones de vida, mientras que la burguesía lucha a escala
global por la famosa “competividad” que no es otra cosa que obtener la fuerza
de trabajo más barata. Nadie que no sea un ciego o un charlatán puede negar que ahora el punto nodal es la
puja entre “competividad”- es decir salarios bajos- y mejores salarios, es
decir, obreros que luchan por conservar sus niveles de vida.
Lo que Kliman nos ha enseñado-
entre otras importantísimas cosas, en su genial libro, The Failure of the Capitalism, es que no es la transferencia de
capital al sistema parasitario financiero y bancario lo principal, sino que es
la misma producción material del sistema capitalista-mediante la caída de la
tasa de ganancia- la responsable del desplome del sistema. De igual manera,
podemos decir, que no es la “renta por apropiación del conocimiento” lo que
existe detrás del enriquecimiento de Gates, sino que el conocimiento de la
apropiación privada de plusvalía y ganancia es el secreto de la renta de Gates.
No es la “privatización del conocimiento” lo real, sino el conocimiento de la
privatización y sus formas más sutiles de apropiación en la etapa más
desarrollada del capitalismo monopólico, tecnológico e informático, lo que
importa.
Cuando Zizek dice que los precios
de los costos de producción del petróleo son insignificantes, lo que no toma en
cuenta es que lo son porque los salarios a los trabajadores son también
insignificantes en relación a la cuota de ganancia que perciben los
capitalistas, sean privados o estatales, empresas directas o
intermediarias. La parte de león que
ellos sacan se debe al monopolio del producto y al dominio en el mercado y a
una serie de estratagemas,chantajes,imposiciones y más delitos comerciales
impuestos por los dueños de las transnacionales: ellos crean guerras y
carnicerías- como la de Irak- para mantener el monopolio y apropiarse de más
reservas de petróleo. Zizek llama al monopolio “oferta limitada”.Seguro que
Zizek llamará a este pillaje, “apropiación del conocimiento” “que no fue
previsto por Marx”.
Lo real es que un intelectual
como Zizek vea lo principal como “problema de propiedad intelectual” y no la
propiedad privada como problema.
Marx nunca habló de la auto disolución del
capitalismo. Por el contrario, dijo que en las entrañas del capitalismo está ya
el feto del socialismo y que la clase que enterrará al capital serán los
proletarios armados de conocimiento, la lucha de clases conduce inexorablemente
a la dictadura del proletariado, porque el conocimiento- el trabajo vivo- debe
imponerse sobre el trabajo muerto, la propiedad privada. Es un proceso
dialéctico, de lucha, en que las partes están seriamente confrontadas.
The ideologists of postmodern capitalism are making exactly the opposite
claim: Marxist theory (and practice), they argue, remains within the
constraints of the hierarchical logic of centralised state control and so can’t
cope with the social effects of the information revolution. There are good
empirical reasons for this claim: what effectively ruined the Communist regimes
was their inability to accommodate to the new social logic sustained by the
information revolution.
Dígase lo que se diga, pero ahora, gracias a la revolución
tecnológica, es posible llevar a cabo el programa de Marx de la economía
planificada y centralizada como parte del socialismo en todo el planeta
Es anacrónico afirmar que los regímenes comunistas se
arruinaron por no acomodarse a la nueva lógica generada por la revolución
informática. La revolución rusa fue descarrilada por la teoría y práctica del
socialismo en un solo país propugnada y llevada a la práctica por Stalin y la
burocracia estalinista desde su ingreso al poder en 1924.En esa época todavía
no existía la “revolución informática” y mal puede algo inexistente influir ni
siquiera “virtualmente” en el proceso revolucionario. El sistema de
transistores y el circuito integrado
recién empiezan a mostrar su cabeza a mediados de la década de 1960. . Lo que
si podemos recordar es los diversos análisis y advertencias de Trotsky acerca
del retraso de las fuerzas productivas, la industria y la técnica del estado
obrero, de tal manera- decía- que el ejército de mercancías de mejor calidad
del entorno capitalista es el ejército más temible que amenazaba con la misma
existencia del estado obrero.
El plural de “regímenes comunistas” utilizado
por Zizek hace tabla rasa de las diferencias entre la revolución socialista
rusa, liderada por los bolcheviques, y las otras revoluciones a control remoto,
lideradas por el estalinismo burocrático en otros países. La diferencia es extrema y hay que matizar.
In the ongoing process of capitalist globalisation, the category of the
unemployed is no longer confined to Marx’s ‘reserve army of labour’; it also
includes, as Jameson notes, ‘those massive populations around the world who
have, as it were, “dropped out of history”, who have been deliberately excluded
from the modernising projects of First World capitalism and written off as
hopeless or terminal cases’: so-called failed states (Congo, Somalia), victims
of famine or ecological disaster, those trapped by pseudo-archaic ‘ethnic
hatreds’, objects of philanthropy and NGOs or targets of the war on terror. The
category of the unemployed has thus expanded to encompass vast ranges of
people, from the temporarily unemployed, the no longer employable and
permanently unemployed, to the inhabitants of ghettos and slums (all those
often dismissed by Marx himself as ‘lumpen-proletarians’), and finally to the
whole populations and states excluded from the global capitalist process, like
the blank spaces on ancient maps.
Es verdad que los adelantos
tecnológicos han desplazado mano de obra en vasta escala. En lugar de la
tecnología ser una bendición para otorgar más ocio y posibilidad de desarrollo
humano, se ha transformado en maldición por la persistencia de un modo de
producción de apropiación privada que condena a miles de millones de seres
humanos al arroyo mientras un puñado de millonarios se enriquecen más. Esta es
la primera ley del capitalismo descubierta por Marx y esto es lo que Marx
significaba con la fórmula “el ejército industrial de reserva”. No importa cuán
amplio ha devenido este polo de miseria pero la ley y la tendencia ya fue
pronosticada por Marx hace más de 150 años. Y no importa, así mismo, la forma
tecnológica o “inmaterial” de esta degeneración del obrero en manos del
sistema. Y el proceso de pauperización de los trabajadores que van a caer a las
filas del lumpen proletariado, los deshechos humanos, ya fue analizado,
previsto y jamás desestimado por Marx, quien presenta estadísticas de este
proceso en Inglaterra e Irlanda.
La esclavitud salarial siendo una maldición es
ahora considerada un privilegio y en esto tiene razón Zizek,- tan grande es la
nómina de desempleo- aunque teme
utilizar los términos de esclavitud salarial. Pero cuando Zizek se refiere al
“capitalismo post industrial”, a la “producción inmaterial”, al “sistema de
intelecto general”, de “apropiación del intelecto general”, de “la producción
fuera del sistema” lo que de alguna forma está negando es que hoy exista
industria, de que la producción no es material, Zizek , de esta manera, no es
un dialéctico materialista, es por el contrario, un dialéctico inmaterial, un
dialéctico del “espíritu evaporado” de la mercancía, del valor, de la
expoliación del sudor “intangible” por parte
del sistema, que en sí mismo ya no es material.
Ya Max Plank se alarmaba en su
libro Hacia dónde va la ciencia, de
que la degeneración del pensamiento en otras ramas también había llegado a las
playas de la ciencia física donde se estaba negando la causalidad y la
tangibilidad de la materia usando abusivamente los procesos de la mecánica
cuántica, donde no era fácil y talvez es imposible- por nuestras obvias
limitaciones humanas- ver exactamente operando la causalidad. Y Lenin en su
clásico Materialismo y Empiriocriticismo
analizaba ese bodrio espiritista de la negación de existencia de la materia en
la misma Física, tal cual lo hacían los discípulos de Mach y
empiriocriticistas. Ahora Zizek quiere vendernos la idea que por los innegables
cambios tecnológicos, ahora la explotación salarial, la industria, el mismo
obrero, se han evaporado. No sé qué tan “espiritual” sea un bono de estado o
una acción empresarial o de la Bolsa, o el agio del agiotista, pero si sé a
ciencia cierta que sus réditos y su capital no son nada espirituales.
El capitalismo
necesita empobrecer a millones para ser un sistema de “éxito”, como lo llama
Zizek. Se le hace necesario el intercambio desigual entre países, condenando a
unos ( como Somalia o Etiopía) a la inanición para que vivan las
transnacionales y el imperio dominado por el sistema financiero y bancario de
los millonarios. La existencia del atraso y la pobreza junto al desarrollo
colosal y la extrema riqueza es lo que llamaba Trotsky el desarrollo
desigual y combinado del capitalismo y este proceso está presente hasta el
momento en el mundo. Y no importa cuántos “países emergentes” aparezcan como
una moda punk de la época.
If the old capitalism ideally involved an entrepreneur who invested (his own or borrowed) money into production that he organised and ran, and then reaped the profit from it, a new ideal type is emerging today: no longer the entrepreneur who owns his company, but the expert manager (or a managerial board presided over by a CEO) who runs a company owned by banks (also run by managers who don’t own the bank) or dispersed investors. In this new ideal type of capitalism, the old bourgeoisie, rendered non-functional, is refunctionalised as salaried management: the members of the new bourgeoisie get wages, and even if they own part of their company, earn stocks as part of their remuneration (‘bonuses’ for their ‘success’).
This new
bourgeoisie still appropriates surplus value, but in the (mystified) form of what
has been called ‘surplus wage’: they are paid rather more than the proletarian
‘minimum wage’ (an often mythic point of reference whose only real example in
today’s global economy is the wage of a sweatshop worker in China or
Indonesia), and it is this distinction from common proletarians which
determines their status. The bourgeoisie in the classic sense thus tends to
disappear: capitalists reappear as a subset of salaried workers, as managers
who are qualified to earn more by virtue of their competence (which is why
pseudo-scientific ‘evaluation’ is crucial: it legitimises disparities). Far
from being limited to managers, the category of workers earning a surplus wage
extends to all sorts of experts, administrators, public servants, doctors,
lawyers, journalists, intellectuals and artists. The surplus takes two forms:
more money (for managers etc), but also less work and more free time (for –
some – intellectuals, but also for state administrators etc).
Cuando la burguesía ha
concentrado más su poder y monopolio, es
cuando sale Zizek a decir que “la burguesía tiende a desaparecer”. Cuando
Forbes presenta listado de los más millonarios, que cada vez aumentan más, es
cuando Zizek dice que la burguesía ahora ya no es burguesía sino clase
asalariada ganando una “mistificada” forma de salario, ¡un poco más o menos que
los obreros de China o Indonesia! Con semejante diagnóstico le da ternura a
uno, le entran ganas de hacer cuota mundial para favorecer y amparar a la pobre
“burguesía asalariada”. Los capitalistas se han convertido en burócratas
administradores asalariados, mientras que los burócratas de China se han
convertido en capitalistas rojos disfrazados de socialistas, esto último no lo
dice Zizek, porque es demasiado chistoso e inmaterial como para decirlo.
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