El Triturador de Átomos


Homenaje a Florian Goebbel, astrofísico fallecido en España

El Triturador de Átomos
Por Fabián Núñez Baquero
12/09/2008
Hace mucho, talvez no tan demasiado tiempo, existía un intelectual levógiro que apretaba los labios como la gallina sus esfínteres cuando yo me refería a las partículas Z o la importancia del triturador de partículas, en ese entonces en una fase de descubrimiento. Llevó su desprecio- con un poquito de envidia y de ignorancia, por otra parte- hasta tal extremo que cada vez que me veía me decía qué tal Triturador de átomos... Lo que él argumentaba podía sintetizarse- además de su ínsita desconfianza en mi capacidad intelectual- en la fórmula bien socorrida de que los intelectuales del Tercer Mundo- y con un coeficiente mayor si se trataba de intelectuales “andinos”- no tenían acceso de verdad a la ciencia y no podían sino soñar, con mal formación de conceptos, en lo que para él eran los últimos gritos de la moda tecnológica o científica. Ahora sé positivamente que a él le quedaron- como residuos de alcantarilla- solo los gritos y la moda, además de su gesticulación desaprobadora cuando alguien se permite todavía en su delante hablar de ciencia, lo que equivale- además de su solipsista perversidad- a la anulación de todo conocimiento.
No está demás recalcar que el azar siempre me ha deparado- desde cuando daba mis primeros pasos en el mundo de las ideas y la creación literaria- con verdadera generosidad, de estos especímenes de varia pinta casi cibernética: uno por ahí me decía que como poeta estaba tan distante de serlo como la distancia entre eras geológicas; otro, recién no más, me informaba que ninguna persona seria podía decir con verdad que era poeta, aún siéndolo. Otros rupestres hijos de la década perdida me aseguraban que no existían las mismas leyes para la naturaleza, el hombre- es decir, la historia, y la conciencia, es decir, la psicología. Y por supuesto, me trataban con tal nota de comprensión o de- más exacto sería decir- conmiseración intelectual, que hasta ahora me da ternura recordarlos. Uno de los más connotados Famas, a lo corcho flotante, me jalaba las orejas con especial delectación por mi manía no superada y recalcitrante de poner en primer término a la dialéctica para la comprensión del mundo y de la historia.
El experimento más importante del mundo
En fin, he recordado estas abruptas y desconsoladoras imágenes con motivo de lo que se ha denominado- con razón- el más grande experimento del mundo: la puesta en marcha del Colisionador de partículas Hadrón, que ahora funciona a las mil maravillas, conforme a lo previsto por los científicos responsables del CERN en Suiza. Como se conoce este omnipotente procesador dinamiza la velocidad de los protones a una escala lindante con la velocidad de la luz, lo que le permitirá crear las condiciones para reproducir lo que sucedió apenas unos minutos después del Big Bang, es decir la gran explosión del átomo primordial- así lo llamaba el gran Lemaitre- que dio origen al actual universo.
De alguna manera es fácil resumir la naturaleza de este experimento, pero conocer, aunque no sea más que de forma superficial, la trayectoria, la lucha, los tropiezos, obnubilaciones, debates y choques teóricos que en la Física de las partículas o micro-partículas han tenido que atravesar los físicos, es algo realmente difícil, y cuando se barrunta por lo menos estos avatares, crece en uno la pasmosa admiración que se guarda para a hombres como Einstein, Heisenberg, Dirac, Planck o Bohr, cuyo colosal trabajo teórico ha hecho posible este experimento.
De ninguna manera podemos olvidar que, en el campo filosófico y de la política científica, gigantes como Vladimir Ulianov Lenin y León Davidovich Trotsky fueron los primeros en el mundo en dar su aprobación crítica a la Teoría de la Relatividad de Einstein y en defensa de la materialidad del universo y sus leyes, en contra de interpretaciones subjetivas que planteaban la peregrina e idealista tesis de la desaparición de la materia. Hasta ahora podemos- y debemos- leer con verdadera fruición los materiales de Lenin- respecto a la Física de su tiempo- en su extraordinario libro Materialismo y Empirocriticismo, así como las aportaciones de León Trotsky en sus Cuadernos Filosóficos-recientemente publicados-, En defensa del Marxismo, además de varios artículos de su justamente alabado libro Literatura y Revolución.
Apenas dos años antes de su muerte, Lenin comentaba un artículo de Timiziarev sobre Einstein, adscribiendo a éste a la gran pléyade de físicos materialistas que habían hecho una revolución en las Ciencias Naturales y la necesidad de que los físicos y naturalistas estudien la dialéctica materialista para comprender en verdad los resultados de sus propios descubrimientos. En la práctica, tanto Lenin, Trotsky y los marxistas de verdad, pueden comprobar ahora con este experimento del CERN en Suiza, una vez más la constatación de las leyes de la dialéctica materialista y la unidad material del mundo, cuando se conoce que no existe ninguna partícula, hasta los bosones y hadrones, que no sean a la vez ondas y corpúsculos materiales. En el muy rico archivo del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (en especial antes de la creación de su página electrónica www.wsws.org ) existen aportaciones de crucial significado para la ciencia y que el nuevo experimento no hace sino verificar.
El experimento busca el bosón de Higgs, que es la última ficha que falta para comprobar la teoría del campo unificado, es decir, cómo la fuerza débil, la gravedad, la electricidad y el magnetismo obedecen a leyes únicas y que son fuerzas que se explican unas por otras y que son complementarias. De hecho la dialéctica marxista siempre ha proclamado la unidad del mundo en su materialidad y en la unicidad y concatenación de sus leyes sin importar la forma y la multiplicidad de cómo aparecen y se despliegan los fenómenos.
El experimento plantea algunos temas de extremada importancia en el mundo contemporáneo, empezando de cuán dura es la costra de la costumbre religiosa cuando a un científico como Higgs no se olvida apellidar al bosón en búsqueda, como la partícula Dios. Es obvio, y ahora con mayor contundencia, que tanto en el mundo macroscópico de las galaxias, las novas y los agujeros negros, como en el microscópico de ondas y corpúsculos infinitesimales, no hay lugar para un ser externo a la naturaleza, llámese Dios, o alguna divinidad, se le dé el nombre que sea; ni siquiera- como lo planteaba Hegel siguiendo a Platón- el imperio de la Idea Absoluta. No existe en el universo, en la materia en movimiento perpetuo, ninguna ley que no sean las propias suyas basadas en el auto-movimiento contradictorio.
El Colisionador del CERN es una obra maestra de dialéctica, de contradicción dinámica: los opuestos no sólo se los puede ver en la tendencia de las ondas-partículas en seguir el movimiento del reloj, o su contrario, el giro levógiro en los 27 kilómetros de longitud que tiene esa pista de despliegue de los protones. No. Tampoco en la oposición de la temperatura: entre los más de 250 grados bajo cero de las paredes del Triturador atómico y los miles de grados sobre cero del resultado de las colisiones de los protones. Toda la cadena de positivos y negativos que conocemos en los quarks, electrones, positrones ,muones, etc. no tienen otro significado que el desarrollo del automovimiento material por sus propios contrarios, además de confirmar lo que los materialistas han venido diciendo desde épocas antiguas: la materia es infinita no en sólo en su totalidad sino en cada una de sus partes. En cada una de ellas está el infinito, o dicho en la fórmula de William Blake, retomada por Hawking en su libro memorable del mismo nombre: El universo se encuentra en una cáscara de nuez. Ahora podemos afirmar con total propiedad: el universo se encuentra en el bosón de Higgs. Y sin ninguna exageración podemos decir también: el universo se encuentra en el cerebro, en el cuerpo de cada persona y hasta en la constitución orgánica de una hormiga.
Sin embargo de todo, hay otras generalizaciones teóricas o resultados sociológicos que se pueden- y se deben –extraer del extraordinario nuevo experimento. Se publicita con verdadero asombro de que la información que va a extraer este magno experimento llenaría varios kilómetros de CDs apilonados unos sobre otros. Nosotros modestamente sólo nos interesa sacar algunos de orden filosófico dentro de la tradición del materialismo desde Melisso de Samos y Epicuro hasta Spinoza, Engels y Marx.
• La primera de carácter negativo y hay que decirlo con claridad: así no se encuentre el bosón de Higgs esto no quiere decir de ninguna manera que no exista una teoría global de campo unificado para toda la realidad material: se tendrá que buscar otro u otros caminos para encontrar la solución que siempre será la unidad de las leyes del proceso material.
• Es posible que se pueda hablar de la materia oscura o negra como el opuesto fundamental autocontenido y autodesarrollado en la misma materia en movimiento, tal cual se habla de los dos polos del imán, sólo que a escala gigantesca.
• No existen dos tipos de materia (es decir no hay tal cosa como la llamada anti- materia, sino que la misma materia se desenvuelve de forma tal que adquiere en sí misma su contradicción fundamental: es y no es materia en el sentido que nos es dable conocerla hasta el momento, sino que deviene ene formas que pueden aparecer (como en el caso de la materia oscura o negativa) como si hubiese una franca negación de sus propias leyes.
• Ya Poincaré se había preguntado si las leyes que rigen ahora han sido siempre las mismas o serán iguales para el futuro , pero ello implicaba reflexionar sobre la existencia de uno o más universos. Encontrar la forma de la expansión del actual universo a través de este experimento plantea de otra forma la pregunta de Poincaré: ¿antes del Big Bang existía otro tipo de universo obedeciendo leyes distintas, o el mismo universo en otra fase de existencia y siguiendo las mismas leyes? ¿U otro universo siguiendo distintas leyes? ¿U otro universo pero con las mismas leyes actuales?
• Sólo el materialismo dialéctico- en particular las aportaciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional desde la década de 1970 en adelante- ha expresado sin ambigüedad la noción de que el verdadero significado de la Teoría de la Fuga de las Galaxias, efecto del Big Bang, no significa de ninguna manera que se deba entender esta explosión cósmica como el surgimiento ab ovo, una especie de génesis única del universo. Por el contrario, la única explicación del Big Bang para la dialéctica materialista es que con el Big Bang surgió el universo actual ,con sus leyes hace aproximadamente 15.000 millones de años, de la matriz material de otra forma de existencia de la materia- del muñón o restos de otro universo anterior con- a lo mejor- distinta organización y leyes diferentes y que, desde luego, este universo de ahora tendrá que dar lugar a otro en un proceso infinito que no tuvo principio y que- desde luego- no tendrá fin.
• Las preguntas anteriores conllevan una reflexión sobre la noción de infinito del universo y la materia: para el materialismo dialéctico toda la realidad objetiva expresada antes, ahora y después implica necesariamente la eternidad infinita del universo material tanto en tiempo como en espacio, tanto en el todo como en la parte.
• Si necesitamos descubrir una partícula como el bosón de Higgs para que se complete el cuadro teórico y práctico del Big Bang, eso significa una renovada comprobación de lo que el materialismo dialéctico ha dicho siempre; la materia es infinita no solo en el todo sino en la parte, no sólo en la macro-realidad sino en la micro.
• Pero a la vez esto significa que el todo no es de ninguna manera una suma de las partes como el cuerpo tampoco es una suma de células.
• Este experimento es una total refutación a las teorías filosóficas contrarias al marxismo que han pretendido dizque refutar o desprestigiar la lógica dialéctica basada en el principio de causalidad e integración global de los fenómenos, en el principio de contradicción, de salto dialéctico de la calidad en cantidad o viceversa y en la negación de la negación.
• Todas las vertientes sociológicas, económicas, filosóficas y hasta literarias que han pretendido y siguen pretendiendo desvalorizar el marxismo como un abusivo metalenguaje, es decir, afirmando que no hay ninguna razón real para pensar que en el universo y la materia todo está concatenado y que la lógica del todo, la integración de todos los fenómenos en una interrelación dinámica, coherente, es sólo una absurda pretensión o, apenas, una construcción mental de filósofos trasnochados, han sido contundente y definitivamente refutadas.
• La integración de más de 10.000 científicos y técnicos (es decir obreros altamente calificados) de más de cincuenta países en un proyecto único, de carácter cósmico, señala la posibilidad absolutamente real de la conformación de un Gobierno mundial planetario dirigido por la clase obrera altamente calificada, con un programa socialista internacional.
• Es evidente por sí mismo que un tal gobierno podrá realizar tareas planetarias como- sólo para poner dos ejemplos- reconstruir por completo los baches gigantescos de la capa de ozono y reforestar en su totalidad el planeta reconstruyendo todos los grandes desiertos de la Tierra.
• Si todo esto es posible, con relativa facilidad, por las enormes conquistas materiales alcanzadas por la humanidad, la eliminación del sistema de nación-estado basado en la propiedad privada, es, por supuesto, una tarea de menor y hasta de insignificante nivel de realización.

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